La renuncia de Otto Sonnenholzner

martes, julio 7, 2020

Ahora resta ver cómo se mueve el tablero político, qué tipo de alianzas se tejen y para dónde se mueve el centro político, con un Jaime Nebot que tendrá mucho poder de decisión en las próximas elecciones y un Guillermo Lasso que ha mantenido un discurso moderado

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Otto Sonnenholzner salió con su esposa de la Vicepresidencia de la República, se subió en un auto particular para irse a su casa en Guayaquil. Su renuncia era un secreto a voces y, en cierta forma, mueve el tablero político de cara a las elecciones de 2021 la mayor apuesta del correísmo para recuperar el poder y, primero, dar amnistía a Jorge Glas, el exvicepresidente con dos sentencias en contra, una por asociación ilícita y otra por cohecho, el mismo delito por el que fue sentenciado el expresidente Rafael Correa.

El correísmo creía que era una elección ganada por la supuesta gran popularidad del expresidente Correa y por la crisis económica que sufre el Ecuador, resultado de una herencia de diez años de despilfarro y endeudamiento, de la creación de un aparato burocrático gigantesco que no ha podido ser desmantelado. Y luego por la pandemia.

En cierta forma arrinconado en Bélgica, porque ya no cuenta con el favor incondicional de todas las instituciones del Estado, en las que hizo y deshizo, su estrategia ha sido volcar toda su eterna campaña en las redes sociales y en decenas de medios digitales. Ya intentó volver en octubre de 2019 cuando creía consumado el golpe de Estado. Las mismas bases que le llevaron al poder le quitaron piso para consumar el derrocamiento del Gobierno de Lenín Moreno.

Tras la renuncia de Sonnenholzner todo el correísmo se ha volcado en ataques en su contra. Su paso por la Vicepresidencia en todo caso fue sobria -sin los convoyes que acompañaban a Glas y Correa-, en uno de los momentos más críticos del país, la emergencia sanitaria declarada para mitigar la propagación del coronavirus. Fue acusado de hacer campaña, pero pocos se habrían arriesgado a recorres los mayores focos de contaminación del virus.

Ahora resta ver cómo se mueve el tablero político, qué tipo de alianzas se tejen y para dónde se mueve el centro político, con un Jaime Nebot que tendrá mucho poder de decisión en las próximas elecciones y un Guillermo Lasso que ha mantenido un discurso moderado sobre todo desde que empezó la pandemia y comenzó a gestionar un fondo de ayuda.