Joaquin Phoenix, el protagonista de Joker, mantuvo un rostro hierático al saber que ganó el Globo de Oro al mejor actor de una película dramática en la 77 edición de esos galardones que entrega cada año la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.
Pese a que lo esperado por todos habría sido ver al intérprete eufórico cuando fue nombrado por los presentadores, lo cierto es que su reacción fue todo lo contrario: Joaquin Phoenix no cambió la expresión de su cara ni un segundo hasta que subió al estrado a recoger el Globo de Oro.
Phoenix competía con Adam Driver, que también era favorito por Historia de un matrimonio, así como con Antonio Banderas (Dolor y gloria), Christian Bale (Contra lo imposible) y Jonathan Pryce (Los dos papas).
Su actitud cambió sobre el escenario al hablar sobre los devastadores incendios que destruyen Australia. “Hay que hacer más respecto a Australia. Nunca he sido un hombre virtuoso, muchos de ustedes me han dado oportunidades de enmendar mis pasos y ojalá juntos podamos hacer frente unidos para propiciar estos cambios. A veces, hay que hacer cambios directos en nuestras vidas”.
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