El Presidente Lenín Moreno reveló este 2 de abril extraños casos ocurridos durante la presidencia de su antecesor Rafael Correa, lo hizo al refutar denuncias en su contra impulsadas por el correísmo como las de la creación de una empresa off shore en Panamá, Ina Investment Corporation, para supuestos pagos indebidos.
Moreno calificó las denuncias como distracciones, similares a las montadas en la anterior década, empezando por el caso de la revuelta policial del 30 de septiembre que el expresidente Correa calificó como un intento de golpe de Estado, pero donde, según Moreno, pudo configurarse un delito de lesa humanidad promovido por el mismo expresidente, según las declaraciones recogidas en el portal de El Comercio.
“Así armaron el 30-S, no se olviden porque así funcionaba, la cantidad de gente injustamente que se metió a la cárcel, que realmente lo único que era, era un reclamo policial. Esa es la verdad; pero claro, construyen la trama. La trama típica, así como acusan a la gente de traidora, así como acusan a la gente de criminal, así como acusan a la gente de corrupta tratando de salirse, tratando de lanzar la piedrita a un lado para que la gente se distraiga hacia allá, así es como armaron el 30-S no se olviden… porque así funcionaban”.
Moreno también negó que el gobierno ahora use los recursos entregados por el FMI para ayudar a los damnificados por las lluvias en seis provincias en las que existe alerta naranja.
“No, no es verdad. Nosotros estamos tomando los recursos que tiene el presupuesto nacional para atender emergencias. El ‘se dice’, dice todo y dice nada en verdad. ‘Se dice’. A mí me suena a chisme, me suena a calumnia, me suena a insidia, me suena a cizaña. Cómo se construyen tramas… Se decía que los 10 de Luluncoto eran terroristas. Se decía que Quinto Pazmiño se había muerto de ataque cardíaco, qué coincidencia cuando tenía información su esposa también fue asesinada. Se decía que la droga líquida camuflada en las tortugas de juguete no merecía una investigación penal. Ah, tantas cosas, tantas cosas se decía. Se dijo que el crimen del general (Jorge) Gabela era un crimen común y sin embargo no se robaron un centavo, etc, etc. Tantas cosas se decía”.
El Presidente también se refirió a la muerte del paracaidista Santiago Zurita, ocurrida el 4 de diciembre de 2011 en Portoviejo, Manabí. “Se decía que era una causalidad que no se le haya abierto el paracaídas que estaba destinado casualmente a Diego Peñaherrera, que por las casualidades de la vida no se puso ese día ese paracaídas. Y que anteriormente también, qué casualidad, a un capitán tan experto en salto, tan experto que incluso le confiaban el hecho de que salte junto con la esposa del Presidente, entiendo que tenía mucha experticia en los saltos, entonces a ese también la primera vez no se le abrió el paracaídas y tuvo uno de los compañeros que hacer una maniobra muy especial para poder salvarlo. Se dicen tantas cosas. Se dice, bueno, se dicen tantas cosas realmente”.
Diego Peñaherrera Ortega fue exjefe de Seguridad de la esposa del entonces presidente Rafael Correa, Anne Malherbe, y de sus tres hijos.
“La cantidad de gente injustamente que se metió a la cárcel por el tema del 30-S, que realmente lo único que era es un reclamo policial. El Presidente (Correa) no tenía por qué haberse ido a meter allí (al Regimiento Quito, el centro de la revuelta policial) si tenía algo de prudencia, si tenía algo de cerebro no tenía que haberse ido a meter jamás allí. No faltaba más. Tiene que mandar a otros, a su delegado, al ministro de Gobierno. Bajo ninguna circunstancia puede exponerse el Presidente, que además estaba, ustedes recuerdan, la rodilla averiada, una rodilla que fue averiada tratando de patear a un paracaidista y se pegó contra la pared pues. Esa es la verdad, esa es la verdad. Se fue contra la pared, ahí se dañó la rodilla”.
Según Moreno, en el 30-S Correa pudo haber incurrido en un acto de lesa humanidad. “(Correa) tenía que haber tenido más cuidado. Además, ahí se puede incluir a lo mejor un acto de lesa humanidad, de llevar el conflicto al interior de un hospital, cuando podía haberse ido perfectamente a su casa o al Palacio Presidencial”.
Moreno aseguró que así es como armaban las tramas de distracción en el anterior Gobierno. “Así armaban las tramas, la trama de Gabela, la trama de los de Luluncoto, la trama de la muerte del paracaidista Zurita, la trama de la muerte de Quinto Pazmiño, la trama de la muerte de (periodista Fausto) Valdiviezo. Todas son tramas, montadas. La trama del secuestro, la trama de la traída de Galo Lara de Panamá, misteriosamente canjeado por un barco que los panameños desesperadadamente querían recuperar, qué habrá habido en el barco. Y claro, muy hábiles como eran, dijeron entréguenos a Galo Lara y nosotros les entregamos su barco. Miseria humana, por favor, que no me digan que es ira, es decepción, porque así no se puede tratar el tema humano”.
“Es terrible lo que hace la sed de poder en una persona -dijo Moreno-. Instaló cámaras de video y micrófonos en la oficina presidencial. Me temo que en este mismo sistema de espionaje estemos todos: ciudadanos y ministros de gobierno. El país está decepcionado del comportamiento que el expresidente de Ecuador fue adoptando con el paso del tiempo por el deseo de poder, de dinero y de encubrir actos de corrupción”.
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