Los legisladores británicos votaron contra el acuerdo de divorcio de la Unión Europea propuesto por la primera ministra Theresa May por un margen abrumador, lo que provocaba una agitación política que podría llevar a un Brexit desordenado o incluso a un cambio de la decisión de 2016 de dejar el grupo.
El Parlamento votó 432-202 en contra del acuerdo, la peor derrota parlamentaria de un gobierno en la historia británica reciente. Decenas de sus propios legisladores, tanto partidarios del Brexit como europeístas se unieron para rechazar el acuerdo.
Ej líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, anunció la presentación de una moción de censura contra la primera ministra que se discutirá y votará este mismo miércoles. Las primeras reacciones parlamentarias apuntan a que probablemente May logrará superar la moción.
La magnitud de la derrota le obligó a dar el paso y a renunciar a seguir midiendo los tiempos. No dispone de suficientes apoyos. Los unionistas norirlandeses del DUP, que sostienen la exigua mayoría conservadora y han votado este martes en contra del plan del Brexit, ya anunciaron que no respaldarán la moción de censura.
“Daremos al Gobierno espacio para poder sacar adelante un plan que asegure un mejor acuerdo con la Unión Europea”, anunció su líder, Alan Foster.
Del mismo modo, los euroescépticos liderados por el ultracatólico Jacob Rees-Mogg también han anticipado que no llevarán su deslealtad tan lejos como para votar por la caída del Gobierno. El exministro de Exteriores y euroescéptico acérrimo, Boris Johnson, indicó que “el problema no es Theresa May sino el acuerdo fallido del Brexit”. Corbyn cuenta solo con los apoyos de los nacionalistas escoceses del SNP (35 diputados) y de los liberales demócratas (11 diputados). Ni siquiera tiene claro el respaldo de todo su grupo parlamentario, lleno de restos de la era del exprimer ministro Tony Blair, y proclive de forma mayoritaria a la permanencia dentro de la UE.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, lamentó la decisión del Parlamento británico en un comunicado, en el que indicó que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo está más cerca. “El riesgo de una retirada desordenada de Reino Unido ha aumentado con el voto de esta noche. Pese a que no queremos que eso ocurra, la Comisión Europea seguirá con sus trabajos de contingencia para ayudar a asegura que la UE esté totalmente preparada”, ha indicado.
La llamada moción de no confianza no tiene que ser constructiva ni obliga a presentar un candidato alternativo. Es básicamente un mecanismo para provocar el adelanto electoral, junto a la propia decisión del Gobierno. Por eso May se adelantó a Corbyn y le retó a presentar la moción. Sabe que su previsible fracaso puede ser interpretado como un respaldo en la confianza parlamentaria hacia el Ejecutivo.
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