Los momentos más políticos durante el Mundial de Rusia 2018

sábado, diciembre 29, 2018

2018 fue el año del Mundial, lo más esperado. Un torneo donde el VAR fue lo más comentado, pero también lleno de hechos políticos que fueron reseñados en un análisis de Cristian Bravo, de la Universidad Internacional del Ecuador

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Al final del partido, con un 4 a 2 que consagraba a Francia como el nuevo monarca del fútbol mundial, el presidente Emmanuel Macron extendió sus brazos y saludó a la presidenta de Croacia Kolinda Grabar-Kitarovic. De esta forma los primeros mandatarios cerraron los 90 minutos cargados de emoción, gritos y hasta “amuletos de la suerte” que poblaron el palco oficial del estadio Luzhniki en Moscú durante la final de Rusia 2018.

Si bien estos personajes se robaron las miradas de las principales cadenas deportivas y fueron los protagonistas en las redes sociales, hubo otros personajes que también hicieron su aparición a lo largo del torneo. Es importante hacer un repaso de los principales personajes y momentos que se desarrollaron durante Rusia 2018, el cual quedará en la memoria de la afición no solo como el mundial de las sorpresas o el certamen en el que el juego colectivo se impuso al juego individual. A Rusia 2018 se lo recordará también como el “mundial político”.

Se esperaba que Rusia 2018 fuera uno de los mundiales más polémicos de la historia. Sin duda, el preámbulo al torneo fue uno de los más controvertidos, con los medios del mundo enfocados en temores de racismo, homofobia y xenofobia en el país anfitrión. Sin embargo, Vladimir Putin, a quien no le gusta el fútbol, le apostó todo al acontecimiento y logró romper el aislamiento de su país con el evento deportivo.

A pesar de que la selección de Inglaterra llegó a semifinales, los miembros de su cuerpo diplomático ni de la familia real estuvieron presentes en ningún momento. Desde que se eligió a Rusia como país anfitrión de este Mundial, el Reino Unido enfiló duras críticas a los Mundiales de Rusia y Catar bajo alegaciones de corrupción.

Las tensiones entre Rusia y Reino Unido explotaron el mes de marzo, meses antes de que empezara el torneo, cuando los británicos responsabilizaron a Rusia del envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, Inglaterra.

Tras el incidente, había rumores de que la selección inglesa no iría al Mundial. La salida del equipo ruso en cuartos de final evitó un encuentro con una potencial presión entre los dos países, pues durante esos días la tensión creció luego de que una mujer británica muriera víctima del Novichok (tóxico químico que ataca a los nervios), supuestamente fabricado en Rusia, en el ataque contra los Skripal.

Las tensiones en los países balcánicos dominaron el encuentro en la fase de grupos entre las selecciones de Suiza y Serbia. La primera logró calificar para los octavos con una victoria 2-1 frente a su rival europeo con goles de Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, pero se recordará este juego más por las celebraciones de los jugadores suizos que por el marcador. Ambos celebraron con el águila albanesa que hace referencia a la “Gran Albania”; la reagrupación de todos los albaneses étnicos de los Balcanes. Shaqiri, extremo del Stoke City, nació en Kosovo, mientras que la familia de Xhaka, volante en el Arsenal, es kosovar.

El padre de Xhaka era preso político en Yugoslavia tras protestar contra el régimen comunista de Belgrado. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo y se quejó de la presencia de la bandera kosovar en los guayos de Shaqiri.

Luego del encuentro, los goleadores recibieron importantes multas económicas y una advertencia por parte de la FIFA.

Aunque Estados Unidos no clasificó, su presidente, Donald Trump, sí cumplió un papel. Meses antes de que arrancara la competencia, Trump retiró a Estados Unidos del histórico trato nuclear con Irán, además de reimponer sanciones económicas en contra del país persa. En uno de los grupos más difíciles del Mundial, Irán casi logró calificarse para los octavos de final. El relativo éxito de la selección iraní vino en circunstancias desfavorables: sus jugadores nunca recibieron su indumentaria, patrocinada por Nike, debido a las sanciones económicas del presidente estadounidense. El programa balístico de Irán y su protagonismo en conflictos regionales fueron la excusa para que el mandatario enterrara otro de los legados de Obama.

El triunfo histórico de México frente al campeón vigente (Alemania), fue desmejorado por los cantos homófobos realizados por parte de la hinchada mexicana en el Estadio Luzhniki, de Moscú. Durante el primer tiempo del encuentro, los hinchas mexicanos gritaron “Ehhh, pu…” cada vez que el arquero alemán Manuel Neuer se disponía a realizar un saque de meta. El canto le costó a la Federación mexicana 8.600 euros; a pesar de ello esta acción no opacó el fervor de los mexicanos por el triunfo obtenido. El organismo disciplinario de la FIFA advirtió también a la FMF con sanciones adicionales por nuevas ofensas de este tipo”, en los partido restantes de México durante esta Copa del Mundo.

Antes del torneo, una de las preocupaciones más fuertes era el riesgo de discriminación a gays y mujeres que podría haber en Rusia, sin embargo la experiencia de los hinchas que llegaron de varias partes del mundo fue positiva. Un momento oscuro durante el evento, fue una campaña publicitaria de la filial rusa de Burger King. La cadena de comida rápida ofreció $50.000 y hamburguesas gratis por toda la vida a la mujer rusa que quedaría embarazada de un futbolista extranjero, con el objetivo de “mejorar la genética” del país y “asegurar el éxito de la selección rusa en los años que vienen”.

Ello generó mucha indignación a lo largo del mundo, razón por la cual Burger King retiró la campaña, ofreciendo disculpas a los consumidores y ciudadanos.

Si bien la selección brasileña ha sido clave en la construcción de una identidad nacional en el país, un símbolo de su diversidad, talento y pasión por los logros conseguidos, la derrota decepcionante frente a Bélgica en cuartos de final, llegó a representar un Brasil dividido y roto. Entre su hinchada, tradicionalmente una de las más fanáticas del mundo, algunos decidieron no ponerse la camiseta canarinha durante este Mundial, y otros incluso optaron por apoyar a otras selecciones.

Para muchos en Brasil, la camiseta ya es representativa de las manifestaciones de 2016, cuando protestantes vestidos con la camiseta salieron a la calle a exigir la impugnación de la entonces presidenta Dilma Rousseff. Brasil sigue dividido político y socialmente con el encarcelamiento del ex presidente Lula da Silva, una intervención militar en las favelas de Río de Janeiro, además de alegaciones de corrupción contra figuras claves de su Federación de Fútbol.

Con su fracaso en Rusia, la esperanza y alegría que inspiraba la selección en los brasileños, independientemente de la situación social o política, perdió fuerza, llegando a ser el reflejo de sus dificultades sociopolíticas. En la actualidad, Lula permanece en una lucha entre la libertad y la cárcel.

Mohamed Salah tuvo que asumir la carga de las esperanzas de la nación egipcia tras su éxito inesperado en la Premier inglesa con el Liverpool. Desafortunadamente Salah llegó a Rusia lesionado y sus problemas se multiplicaron cuando apareció en fotos con el polémico líder checheno Ramzán Kadýrov, quien se hizo famoso por sus abusos de derechos humanos, particularmente de los de la comunidad LGBT. Kadýrov ha usado en varias ocasiones a destacados deportistas, como estrategia para mejorar su imagen. El futbolista y el líder checheno aparecieron juntos en una serie de fotos en las cuales se ve la mano de Salah sostenida arriba por Kadýrov.

Durante los últimos momentos del encuentro entre Suecia y Alemania, el alemán Toni Kroos marcó un gol espectacular que proporcionó la victoria a los hasta ese momento campeones mundiales. El gol ganador del volante del Real Madrid provocó una escena tensa en la línea de banda entre los cuerpos técnicos de ambas selecciones, pero peores fueron las reacciones de ciertos hinchas suecos. Durmaz, el extremo de ascendencia asiria que concedió la falta que condujo al gol, fue víctima de amenazas racistas a través de redes sociales. Como muestra de apoyo al jugador, la ministra sueca de Deportes, Annika Strandhäll, lució la camiseta de Durmaz para ir al Parlamento de Estocolmo.

Domagoj Vida, defensor croata fue pieza clave en el éxito de su selección en Rusia. Después del partido de cuartos contra la selección anfitriona, en el que Vida marcó el segundo gol croata, el jugador originario de Osijek apareció en un video, cerveza en mano, proclamando: “Gloria a Ucrania”. Esta aparente inocente frase tuvo un sentido profundo que desató la rabia de los rusos. Con la reciente animosidad entre Rusia y Ucrania, el dicho ha sido utilizado por varios políticos ucranianos que critican la política del Kremlin. La FIFA por su parte, envió una advertencia a Vida por un vídeo difundido.

El día del encuentro entre Inglaterra y Colombia, la portada del periódico The Sun fue la siguiente: “Los Tres Leones enfrentan una nación que le ha dado al mundo a Shakira, un buen café y, eh, otras cosas, nosotros decimos: ¡Go Kane!”. La última parte, “Go Kane”, rima con “cocaine” (cocaína en inglés). El titular indignó a los colombianos y estableció las pautas para un partido hostil y agresivo. Néstor Osorio Londoño, embajador colombiano en Reino Unido, se pronunció al respecto y afirmó: “Es más bien triste que usen un entorno festivo y amistoso, como el Mundial, para atacar a un país y seguir estigmatizándolo con un tema que no tiene nada que ver”.

“El respeto, el juego limpio y la alegría por el partido, es todo lo que importa esta noche” agregó el embajador y remató: “Animaremos a Colombia y esperemos que podamos disfrutar de un gran partido”.

A través de un comunicado la FIFA pidió que cesaran aquellos planos donde se enfocan chicas en el graderío. Un partido en el que se pudo evidenciar aquello fue el último partido de Suecia, el realizador pinchó sucesivamente nueve planos de jóvenes suecas que elevaban la autoestima erótica de ese país, a pesar de su eliminación deportiva. Varios periodistas consideran que la decisión adoptada por la FIFA busca educar el sentido común a fin de liberarse de esa inercia depredadora de siglos de dominación masculina.

Desde que se hizo viral en redes sociales que la presidenta croata había solicitado una licencia para poder asistir al Mundial y que se había costeado ella misma su viaje, se volvió una de las mujeres más buscadas en Internet y en las redes sociales.

La mandataria se mostró eufórica en todo momento, rompió reglas al llevar la playera de su equipo y, en la final del torneo, durante la premiación y con una pertinaz lluvia de por medio abrazó y, pese a que su selección perdió, demostró el espíritu deportivo que se debe mantener. A través de redes sociales decenas de usuario destacaron la actitud de la presidenta croata, así como la forma en que las mujeres viven el fútbol.

Durante la final de Rusia 2018, Kolinda Grabar y Emmanuel Macron demostraron que el protocolo a veces no es necesario y que por el contrario puede ser positivo en el manejo comunicacional de los mandatarios.

El nuevo título de Francia dejó cientos de titulares e imágenes, sin embargo, una imagen que destacó fue aquella en la que se observa al presidente de Francia, Emmanuel Macron, celebrando con gran efusividad el triunfo de su país en el palco del estadio Luzhniki de Moscú ante Vladímir Putin y otras autoridades.

La foto apareció en decenas de portadas de cadenas internacionales, convirtiéndose en uno de los símbolos de la victoria francesa. También suscitó varios artículos y en las redes fue una de las más comentadas y la que más memes dejó.

Algunos sectores vieron como un gesto humano que engrandece al presidente de Francia, otros criticaron su forma de romper el protocolo, recordando el rapapolvo que el presidente francés echó a un joven por dirigirse a él como ‘Manu’.

Alexei Nikolsky, autor de la fotografía, es uno de los fotógrafos que acompañó a Putin durante el mundial. Ello demuestra la importancia de un profesional para el desarrollo de la comunicación política que todo mandatario necesita.

Pese al temor y recelo que existía previo al comienzo del mundial en Rusia, ante reiteradas amenazas de atentados durante la celebración de la Copa del Mundo, este transcurrió con total normalidad, sin incidentes externos que afectaran la realización del certamen. Ello evidenció la eficacia por parte del Gobierno ruso, liderado por Vladimir Putin, para garantizar una correcta celebración del máximo torneo de fútbol a nivel de selecciones y que representa una victoria tanto para los organizadores del Mundial, como para Rusia en general. Catar deberá afrontar varios retos en los próximos cuatro años.