El diezmo hace referencia a la décima parte de los ingresos o producción comercial que se percibe mensualmente. Los diezmos, según la Biblia, le pertenecen a Dios. “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”, se lee en Levítico 27:30.
Los diezmos deben ser llevados al templo, según Deuteronomio 12:6: Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas.
Entre los años 2006 y 2017, en el período que Rafael Correa estuvo en el poder, hubo un aumento de más del 200% en el rubro de remuneraciones en el Presupuesto del Estado. Si duda alguna, para cualquier profesional y no profesional resultaba más rentable integrarse en el sector público que intentar en el sector privado o en algún tipo de emprendimiento que no dependa del Estado.
El rubro por salarios y sueldos a los funcionarios públicos pasó en 11 años de $3.358 millones a $10.774 millones. La Función Ejecutiva llegó a tener casi 500 mil empleados y cerca de unos 40 mil funcionarios considerados la élite de la burocracia por los sueldos que percibía. Estos datos son importantes recordar ahora que el escándalo sobre los llamados diezmos toca a la Vicepresidencia de la República, exasambleísta en la época de la abundancia que ofrecía el expresidente Rafael Correa a sus funcionarios, con dineros públicos claro está. ¿Cuánto de esos más de $10 mil millones fueron al rubro de los llamados diezmos?
La definición de diezmero en el diccionario de la Real Academia de la Lengua sirve para identificar tanto a la persona que pagaba el diezmo como a la persona que lo percibía. El escándalo estalló primero con denuncias anónimas de personas del entorno de algunos asambleístas o exasambleístas del movimiento AP. El caso significó la salida de la Asamblea de Norma Vallejo, en un intento por depurar esa institución del Estado, pero no fue a mayores. Ni la investigación iniciada por la Fiscalía ha arrojado resultados hasta ahora. Todos han sido anuncios arrojados en saco roto
Christian Viteri, ex asambleísta por Alianza Pais entre 2013 y 2017, recordó en su cuenta de Twitter cómo nació toda esa práctica. Quiero ser enfático.Tema diezmos lo lideró Correa y nos reunía en Carondelet a asambleístas de AP con power point en mano y verificaba el pago de $400 por mes y decía que los asesores también deben poner, escribió el exasambleísta en su cuenta. En otros mensajes aseguró que no denunciaba nada, solo aclaraba el tema porque veía al expresidente Correa rasgarse las vestiduras.
En una entrevista en radio Democracia se extendió más en el tema. Antes de posesionarse como asambleístas todos habían firmado una especie de Código de Conducta, una especie de pacto de Dios con sus súbditos: todos se comprometían a aportar $400 de los salarios a los que tenían derecho, por haber sido elegidos en las urnas, al movimiento en el que el expresidente era el jefe máximo.
Ya como asambleístas, según el relato de Viteri, fueron convocados unas tres veces a Carondelet para tratar temas tan humanos como el de los diezmos. Correa, siempre según Viteri, con power point en mano exhibía la lista de los asambleístas que estaban al día en sus contribuciones y a los que no estaban al día les increpaba, les retaba y les preguntaba por qué no estaban al día si estaban recibiendo los beneficios de la sobreabundancia.
Según el relato bíblico de Malaquías, a cambio de los diezmos que los hombres entregaban en el templo recibían la promesa de Dios de prosperidad financiera. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Dios deseaba que los levitas y sus familias que le servían, facilitando la adoración del pueblo, fueran sostenidos por el pueblo mismo, y que los Israelitas con sus ingresos o sustento mostraran su fidelidad y amor de una forma tangible. Esa filosofía del Antiguo Testamento, al parecer, intentó trasladar el expresidente Correa a la función pública. Como olvidar aquella frase con la que intentó ir a la reelección indefinida de que él ya no era él sino su pueblo. Él pensó convertirse en una especie de entelequia, pero muy humana y llena de ambición financiera. Y al parecer algunos de sus súbditos intentaron seguir sus pasos. Todo seguido en proporción.
En ese endiosamiento de barrio está el origen de todos los males que hoy se destapan al interior de AP.
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