La Fundación Santiago de Guayaquil es una organización privada, autónoma, sin fines de lucro, promovida por la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG), institución donde tiene sus oficinas, con la cual trabaja cercanamente y recibe asesoría de todo tipo, especialmente en la parte académica.
Creada en 2003, mediante Acuerdo n.º 84 del Ministerio de Educación y Cultura, la Organización no Gubernamental tiene la misión de ser un motor de la reducción de la pobreza en la ciudad de Guayaquil con proyección a otros lugares del país, apoyándose fundamentalmente en el potencial de la UCSG; de esa forma contribuye al logro de su misión.
La Fundación tiene varias líneas de trabajo. Los talleres de micro emprendimiento que imparte en zonas vulnerables de la ciudad están dirigidos a hombres y mujeres de todas las edades, sin embargo principalmente asisten mujeres, muchas son jóvenes con niños pequeños que los traen consigo para no dejarlos solos en casa.
Las madres ponen a sus nenes en los coches o los colocan en improvisadas hamacas, lo que importa es asistir a los cursos para aprender cómo elaborar artesanías, repostería, panadería, decoraciones para eventos sociales, belleza, costura y muchos otros conocimientos con el fin de tener un ingreso económico para ayudarse ellas mismas y aportar a su comunidad.
Por lo general, estos talleres tienen una duración de 48 horas y los diplomas se entregan a quienes han registrado un setenta por ciento de asistencias. Las mujeres son insistentes al momento de pedir los certificados, porque, además de legitimar su participación, algunas comentan que les sirve para justificar su ausencia en el hogar ante sus maridos.
El maltrato a la mujer es un problema recurrente en los sectores urbano-populares donde trabaja la Fundación. Otro problema es el embarazo adolescente, pues hay niñas menores de 16 años que ya son madres y muchas de ellas expresan el deseo de tener varios hijos.
La principal meta de la Fundación es ligar las capacitaciones en habilidades productivas con el fortalecimiento de capacidades en materia de comercialización y ventas, una de ellas es el manejo de redes sociales, otra tiene que ver con la entrega de pequeños capitales semilla para que puedan constituirse
Los talleres descritos son parte de una de las líneas del área de capacitación de nuestra Fundación. La otra comprende la realización de cursos de capacitación exclusivos para entidades. En ese sentido, trabaja en temas de ambiente, residuos sólidos, desarrollo local y otros, con municipios y con otras formas de gobiernos autónomos.
Por ejemplo, con la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) se han hecho dos ediciones de un programa de formación continua para autoridades locales, entre alcaldes, vicealcaldes y concejales. Aprovechando el espacio generado y con ocasión del Día Internacional de la Mujer se organizó un foro donde las estudiantes pudieron exponer sobre el rol de la mujer en espacios de liderazgo.
Adicionalmente, la Fundación administra las cuatro guarderías y el Centro Gerontológico del Municipio de Guayaquil. Y, por si fuera poco, hoy por hoy trabaja en temas de gestión de riesgos al noroeste de la ciudad en sectores como Lomas de la Florida, Monte Sinaí, Socio Vivienda, en cooperación con Misión Alianza de Noruega en Ecuador.
Asimismo, la Fundación Santiago de Guayaquil ha ejecutado cuatro versiones del Plan de Acción Social de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP) donde además de ofrecer capacitaciones en habilidades productivas, se incluyen campañas de salud y de saneamiento ambiental.
Hay experiencias gratificantes. Mujeres beneficiarias de los proyectos que ejecuta la Fundación realizan ventas bajo pedido o promocionan sus productos en las redes sociales, y así generan un ingreso adicional para sus hogares.
La principal meta de la Fundación es ligar las capacitaciones en habilidades productivas con el fortalecimiento de capacidades en materia de comercialización y ventas, una de ellas es el manejo de redes sociales, otra tiene que ver con la entrega de pequeños capitales semilla para que puedan constituirse. En definitiva, la idea es tratar de lograr que la intervención sea sostenible en el tiempo. En esto último es necesario profundizar.
Todos los días son diferentes, cada día hay algo más que hacer, un nuevo proyecto por realizar, alguien a quien atender, otros sectores para trabajar, el trabajo deja muchas satisfacciones. Solo una vez al año nos damos un tiempo para celebrar a lo grande y es el 8 de marzo, el Día de la Mujer. Porque la mayor parte de la gente con la que trabajamos son mujeres y eso es algo digno de celebrar.
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