‘Avengers: Infinity War’ ya se ha convertido en la película con el estreno más taquillero de todos los tiempos con una recaudación cercana a los 650 millones de dólares en los primeros días. Desde que Marvel confirmase el proyecto y sus protagonistas, rápidamente provocó el entusiasmo de sus fanáticos. Y es que ver en la misma pantalla a Hulk, Spiderman, Iron Man, Thor y muchos otros luchando contra el malvado Thanos, el villano que quiere destruir media galaxia, es una estrategia de marketing que le ha resultado muy rentable a Disney, propietaria de sus derechos.
El argumento comienza en el preciso momento que finaliza su predecesora ‘Thor: Ragnarok’ tras la destrucción del planeta Asgard y con un malvado Thanos que quiere recolectar las 6 gemas del infinito. Eso le proveería de un poder infinito con el que podría destruir media galaxia que restaure el balance del universal. Ante esta amenaza, los héroes del comic responderán.
Los hermanos Russo, directores de la cinta, tenían una labor titánica para hilvanar una trama con tantos protagonistas, líneas argumentales diferentes y además tratar de imprimir un sello propio. El resultado es una película algo caótica, aunque bien lograda por la complejidad misma del proyecto, con personajes tan diferentes que a su vez requieren de un espacio de protagonismo propio. Eso sí, una película como ya nos tienen acostumbrados los superhéroes llena de excesos que tratan de imponer ‘su justica’ a golpes y porrazos. El ritmo es frenético durante toda la película, aunque en ciertos momentos, dan un respiro al espectador con algún chiste fácil o una situación absurda.
Recomendada para todos aquellos fanáticos que estén enganchados al UCM (Universo Cinematográfico Marvel), no tan recomendable para aquellos que no han visto las anteriores, se sentirán un poco desorientados. Nada recomendable para menores de 15 años.
En conclusión, somos lo que consumimos y aquellos que consumimos somos los que formamos la sociedad. Creo que hay que ser bastante críticos con aquello que vemos y oímos porque en esta vida nada es inocente. La violencia disfrazada de entretenimiento no es sana para una sociedad democrática que tiene que vivir en paz, aunque eso todavía no lo hemos aprendido bien. ¿Estarán relacionadas las películas de superhéroes con la geopolítica mundial?… Eso daría para otro artículo.
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