La crisis de Toys ‘R’ Us: la deuda y los rivales derrotaron al gigante del juguete. La empresa claudicó en Estados Unidos y cerró sus tiendas ante la competencia ‘online’ y la guerra de precios con operadores como Walmart o Target en sus puertas. Horas después de ordenar el cierre en Reino Unido, porque no encontraron un comprador.
Toys ‘R’ Us llegó a tener cerca de 1.700 locales en EEUU. La quiebra afectará a las 735 tiendas que le quedan en el país y a cerca de 33.000 empleados. La liquidación marca el fin de una de las compañías más icónicas del mundo, tras 70 años de existencia. Lejos quedan los años en la que los padres se acercaban en masa a sus tiendas mientras sus hijos sonreían de oreja a oreja.
La compañía no se preparó para el futuro. Toy’s ‘R’ Us dejó de ser rentable hace cinco años y acumula desde entonces pérdidas de $2.500 millones, casi 1.000 millones solo por los nueve primeros meses de 2017. Durante la temporada navideña los distribuidores congelaron los envíos y solo aceptaban pagos en efectivo, reseña El País.
Amazon, según los expertos en comercio, no es el único culpable del fin de Toy´s “R” Us. Su deuda está en la categoría de bono basura desde 2005, cuando fue adquirida por los fondos KKR y Bain Capital junto a la inmobiliaria Vornado. Por aquel entonces Amazon no era aún una amenaza seria. Pero el agujero financiero le impidió hacer inversiones para adaptarse rápido a los nuevos hábitos de consumo y ser competitiva. Cuando se declaró en septiembre en suspensión de pagos, tenía una deuda masiva que ascendía a $5.000 millones.
Sus tiendas se hicieron viejas e incómodas. Los locales como el que opera al sur del Bronx o en cualquier suburbio son enormes almacenes. Es difícil dar con empleados que ayuden a encontrar el juguete que se busca. La nueva tienda más pequeña en Times Square pretendía ser la punta de lanza del nuevo modelo.
Los hipermercados Walmart y Target ya se habían metido de lleno en su terreno, y cada una por separado vendía ya más juguetes que Toys ‘R’ Us. Las dos cadenas fueron capaces de tirar los precios por los suelos, ya que podían compensar con los otros productos que comercializan. Mattel y Hasbro vendieron el año pasado en Walmart el doble que en la juguetería.
El comercio online obligó, además, a las cadenas tradicionales minoristas a ser más creativas para incrementar el tráfico en sus tiendas físicas. Y a la guerra de precios se le sumó la rivalidad por ser la que envía los artículos más rápido a la puerta de la casa.
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