La ley de reactivación económica tiene sus puntos positivos, sobre todo en el tema relacionado con la billetera móvil o dinero electrónico, porque es un medio de pago muy extendido en el mundo. A nivel de América Latina hay experiencias bastante interesantes en Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Brasil y Colombia. En Ecuador viene a ser una experiencia bastante nueva, sobre todo ahora que su manejo pasa del Banco Central del Ecuador a la banca privada.
El tema ahora tiene que ser aterrizado en la realidad ecuatoriana, pero una de las ventajas que tiene la banca para expandir este medio de pago es la gran penetración de la telefonía móvil, según el Estudio Tecnologías de la Información y Comunicaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 56 de cada 100 ecuatorianos tiene un dispositivo móvil; es decir, de paso es una gran oportunidad para bancarizar a gran parte de la población ecuatoriana. Según las estadísticas oficiales, hay un 65% de ecuatorianos por fuera del sistema financiero privado. Mucha gente que no ha accedido al sistema financiero ahora podrá tener una cuenta en su teléfono para hacer transferencias o pagar las compras del mercado.
Para que el proyecto despegue, antes de montar el dinero electrónico, es necesario que la banca invierta en una campaña agresiva de marketing sobre por qué es necesario utilizar esta billetera electrónica y crear conciencia de que el uso de este mecanismo de pago está blindado contra las estafas y las transacciones van a ser 100% seguras.
La campaña también debería resolver una serie de interrogantes al potencial cliente, ¿cuánto va a costar la transacción?, ¿el usuario necesita datos o se va a poder manejar solo con SMS?, ¿qué tipo de tecnología van a necesitar?, ¿qué tipo de facilidades van a tener? Por ejemplo, aquí hay un banco que ofrece el servicio para hacer transferencias solo con el número de cédula del beneficiario, la persona lo único que debe hacer es acercarse a un cajero y sacar su dinero.
La campaña debe apuntar a darle seguridad y confianza a la gente, que sienta que puede hacer transacciones seguras y confiables; como fase de introducción, la banca debería asumir determinados costos para que no cueste nada abrir una cuenta, porque sería una forma eficaz de comenzar a estimular el uso de este medio de pago.
La banca incluso debería analizar el costo de la transacción que debería ser la más baja posible, sobre todo porque para montar esta plataforma recurre a una economía de escala o asociatividad de costos. La Asociación de Bancos Privados ha anunciado que en una primera etapa utilizará el sistema de Banred, eso significa que podrá ofrecer un costo mínimo o cero costo a sus clientes por cada transferencia; es clave para captar a la población no bancarizada, que por lo general es gente sin educación financiera y muy influenciable ante cualquier rumor.
El tema de los costos será clave en una primera etapa, hasta que la gente se acostumbre a un nuevo medio de pago y se familiarice con el sistema. En los inicios de la telefonía móvil en el Ecuador, por ejemplo, era común ver a la gente comprar una tarjeta, rasparla hasta hallar el código de 17 dígitos para hacer una recarga. Esas tarjetas desaparecieron del mercado cuando la gente tuvo la facilidad de solo dar el número y hacer recargas electrónicas en cuestión de segundos.
En definitiva, todo apunta a que el proyecto tendrá éxito, porque ya no estará en manos del Central y se evitó la suspicacia de que en algún momento pudiera existir una emisión inorgánica. El manejo por parte de la banca privada significará que cada dólar que circule en el sistema tendrá su respaldo en dólares.
El objetivo de la banca debería ser llegar a esos niveles de confianza entre sus clientes con el manejo del dinero electrónico.
En definitiva, todo apunta a que el proyecto tendrá éxito, porque ya no estará en manos del Central y se evitó la suspicacia de que en algún momento pudiera existir una emisión inorgánica. El manejo por parte de la banca privada significará que cada dólar que circule en el sistema tendrá su respaldo en dólares.
Lo que si se debería revisar, como ha pedido Julio José Prado, de la Asociación de Bancos Privados, es el monto de dólares físicos que saldrían de circulación ($800 millones el primer año y $800 millones el segundo) por el uso del dinero electrónico. Tendría que tener un tope bastante realista, tomando en cuenta la experiencia con la plataforma en el Banco Central, con un casi nulo impacto en el medio circulante dentro de los indicadores macroeconómicos.
Para hablar de cifras reales habría que partir de un promedio de una cuenta de dinero electrónico, que podría ser de unos $200, por ejemplo, para intentar proyector cuánto dinero físico va a salir de circulación.
No importa si el monto no es muy importante en una primera etapa, porque en la medida en que la gente vaya ganando confianza en el sistema su uso se va a masificar. El dinero electrónico se comenzó a usar en Perú desde el año pasado, pero ahí no se habló de montos sino de la cantidad de usuarios, para después llegar al tema de los montos.
Para hablar de cifras reales habría que partir de un promedio de una cuenta de dinero electrónico, que podría ser de unos $200, por ejemplo, para intentar proyector cuánto dinero físico va a salir de circulación.
Por eso son claves las campañas de marketing, no solo de la banca privada sino también del gobierno para informar a la población que Ecuador se está insertando en una tendencia mundial. En Estados Unidos o Europa la gente puede ir a cualquier comercio y pagar con el uso de alguna aplicación de su dispositivo móvil.
Con una buena una campaña, con los fondos y los recursos de los que dispone la banca privada el proyecto tiene un éxito garantizado, porque significará mayores facilidades para la gente de pagar con su teléfono, la luz o el agua.
El dinero electrónico puede convertirse en un poderoso medio para dinamizar el comercio electrónico, en una segunda fase. Los negocios tienen una ventana para aumentar sus canales de venta.
Para dinamizar este medio de paga la banca debería pensar al menos en los tres primeros meses ofrecer el servicio completamente gratis y facilitar a las personas abrir y cerrar cuentas con la misma facilidad, porque una de las críticas más fuertes que se hacía al Banco Central es que permitía abrir las cuentas, pero no cerrarlas. Como en cualquier economía de mercado tiene que haber libre entrada y libre salida.
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