Al menos 129 muertos y 200 heridos dejaba hasta el domingo por la noche un poderoso terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter que sacudió la frontera irano-iraquí.
El fenómeno tuvo su epicentro cerca de la ciudad de Halabjáh y golpeó la capital iraquí, Bagdad, y llegó a sentirse incluso en Qatar.
El director de los servicios de emergencia explicó a varios medios locales que las tareas de rescate se están viendo obstaculizadas por el difícil acceso a algunas carreteras rurales.
Hasta el momento se han llegado a sentir hasta treinta réplicas y es posible que el número de víctimas fatales aumente en las próximas horas.
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