Al menos 49 personas murieron víctimas de un potente terremoto de magnitud 7,1 que sacudió este martes el centro de México. El terremoto se produjo a las 13:14 hora local (18:14 GMT) con epicentro a las afueras de Axochiapan, estado Morelos, 55 km al sur de Puebla.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, confirmó que al menos 42 personas murieron en su estado. En Puebla, el alcalde Luis Banck confirmó al menos siete víctimas. En Ciudad de México, el alcalde Miguel Ángel Macera dijo que no podían confirmar muertos y que al menos 20 edificios resultaron con daños estructurales.
El temblor coincidió con el 32 aniversario del devastador terremoto que dejó miles de muertos en 1985 y se produjo alrededor de una hora después del gran simulacro de sismo en todo el país.
Medios de comunicación y usuarios de redes sociales mostraron imágenes de edificios severamente afectados en Ciudad de México, algunos incluso en el momento en que se derrumbaban.
La capital de México es una ciudad acostumbrada a los temblores. Pero el de este mediodía se sintió de forma especial. El terremoto sacó a miles de personas despavoridas hacia las calles. Muchos temblaban, lloraban y agradecían.
Para ellos no pasó de ser un gran susto. Pero los reportes de víctimas se empiezan a acumular. En la colonia Roma, una de las más afectadas, decenas de personas removían escombros de forma desesperada. Parte de un edificio colapsó y creían que había personas atrapadas.
El pánico, la tensión y el estrés eran inevitables. Con las líneas de teléfono colapsadas, la angustia se multiplicaba. La capital mexicana quedó golpeada y sacudida por un temblor cuyo efecto definitivo se empezará a saber en las próximas horas.
Testigos le comentaron a BBC Mundoque vieron serios daños en edificios, además de vidrios rotos y la caída de las líneas telefónicas.
Desde el centro de Ciudad de México, Roberto Rentería le contó a BBC Mundo que “el ruido de los edificios crujiendo era bastante impresionante”.
“La alarma sísmica sonó después. Salí a la calle para estar a salvo y vi muchos vidrios caer y las fachadas sufrir muchos daños. La calle se llenó de polvo y huele muy fuerte a gas. Veo varios edificios que están en riesgo de caerse”, agregó.
Harbin Preciado, un estudiante de 14 años, le contó a BBC Mundo que durante el sismo estaba en la escuela y que gracias al simulacro que habían hecho ese mismo día tenían muy claro qué hacer.
“Así que teníamos muy claro qué hacer: salir a la zona segura de la forma más tranquila posible, sin correr y sin empujar. Pero vimos un transformador de luz explotar y muchos vidrios caer, nos espantamos mucho”, comenta Preciado.
Por su parte, Leticia Rentería, la madre de Harbin, comentó que en la calle vio “caos total” y “gente caminando sin rumbo fijo”.
“Muchos están llorando. El tráfico está detenido. Yo llevo 50 minutos y no me he movido de lugar. Normalmente tardo 10 minutos en este trayecto”, le dijo Rentería a BBC Mundo.
El aeropuerto internacional Benito Juárez canceló el servicio así como cuatro de las 12 líneas del metro suspendieron el servicio.
Los bomberos de Ciudad de México reportaron al menos dos incendios y las autoridades les pidieron a los ciudadanos que verifiquen daños estructurales en sus casas.
Reportes de la radio local indicaron que la escuela Enrique Rebsamen en el sur de Ciudad de México colapsó. Los informes señalan que varios niños y maestros quedaron atrapados.
Hay también reportes de edificios derrumbados en la colonia Condesa, así como bardas caídas en la colonia Roma.
El terremoto de este martes se sintió en la capital con mucha más fuerza que el terremoto de magnitud 8,2 que dejó 98 muertos en el sur del país el pasado 7 de septiembre.
El presidente Enrique Peña Nieto señaló en su cuenta de la red social Twitter que convocó Comité Nacional de Emergencias para “evaluar la situación”.
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