River Plate derrotó 3 a 1 a Independiente Medellín en un partido que estuvo suspendido durante una hora debido a que el diluvio que cayó sobre el estadio Atanasio Girardot, en un partido por la Copa Libertadores. El transcurso de las horas bajo agua hacía pensar que sería difícil que el partido se jugara.
Cuando los jugadores ingresaron, cinco minutos antes del pitazo inicial, el campo estaba plagado de charcos, reseña diario Clarín. El rato que llegó a jugarse hasta la suspensión fue un chasco: los futbolistas chapoteaban en el terreno, la pelota no rodaba, hacer un pase era una quimera…
La lluvia mermó. Después de 45 minutos, el optimista Pereira Sampaio decidió que terreno del Atanasio Girardot, apenas algo mejorado, estaba en condiciones. Un rato después volvieron los jugadores para reanudar el cotejo.
Cuando la pelota volvió a rodar (o al menos a intentarlo dificultosamente), River fue un trueno y en cinco minutos calentó el ambiente. Una torpe infracción en el área de Andrés Mosquera sobre Lucas Alario y la implacable ejecución del santafesino, a media altura y contra el palo derecho, sellaron el 1 a 0.
Enseguida, una flojísima salida del arquero David González en un intento por interceptar un centro de Gonzalo Martínez dejó el balón servido para que Sebastián Driussi estirara la ventaja.
A los 6 minutos del segundo tiempo, cuando Lucas Martínez Quarta pescó un balón suelto en el área y con una volea de derecha batió a González. Era el 3-0.
Los 39 minutos restantes perdieron su cuota de intriga porque el local dejó en evidencia sus dificultades para hilvanar juego y su impotencia en ataque. A dos minutos del final y luego de un empujón de Augusto Batalla sobre Yairo Moreno, Juan Quintero de penal marcó el 3 a 1.
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