El presidente Rafael Correa criticó el método con el que el Consejo Nacional Electoral del Ecuador (CNE) ofreció los resultados provisionales de las elecciones provisionales del pasado domingo 19 de febrero. En su opinión, la difusión de esos datos alentó sospechas de fraudes por parte de la oposición.
“Se armó todo este show de un supuesto fraude cuando lo correcto es empezar con una muestra realmente aleatoria, pero no sucedió así. El resultado final no se altera”, aseguró, pero opinó que el sistema favoreció el discurso de los opositores que hicieron plantones en las afueras de las delegaciones del CNE para reclamar los resultados finales.
Correa advirtió que en caso de que gane la oposición en la segunda vuelta de las presidenciales en Ecuador no tendría inconveniente en regresar a la primera línea de la política. “Mi intención después de entregar el mandato es irme a vivir unos años a Bélgica. (…) Es muy desagradable no tener vida privada, los insultos, las amenazas… a la gente decente nos molesta”, aseguró.
“Si gana la oposición probablemente tendré que regresar más pronto y estar en el momento histórico que se requiere”, afirmó Correa y se mostró convencido de que su sucesor, Lenin Moreno, se impondrá finalmente frente a Guillermo Lasso, que busca ahora capitalizar el voto de los demás líderes de la oposición y ya ha logrado el respaldo de Cynthia Viteri, candidata del Partido Social Cristiano.
“Nosotros estamos felices de haber ganados con más de un millón [de votos], si ellos están felices por haber logrado una segunda vuelta, allá ellos. Los volveremos a derrotar en abril”, mantuvo.
“Hoy ha venido una nueva derecha, cavernaria, totalmente entregada al norte”, opinó. En ese contexto, llegó a comparar la próxima contienda electoral con “la batalla de Stalingrado”. “Vamos a pelear contra la derecha del mundo”, prosiguió. “Va a haber centenas de millones de dólares”, lanzó en referencia a los intereses en juego y al respaldo internacional de la oposición, “pero ya nos ha tocado enfrentarnos a esta clase de escenarios y hemos vencido”.
En tercer lugar, concedió que una victoria de la oposición precipitaría su regreso. “En un año me podrían tener de nuevo aquí”, ha contestado al ser preguntado sobre esa hipótesis. También se ha referido Correa una figura jurídica recogida en la Constitución ecuatoriana y conocida como la “muerte cruzada”, que otorga facultades al Ejecutivo de para disolver al legislativo. Si gobierna Lasso, tendría que hacerlo un Parlamento en el que, probablemente, el partido oficialista perdería poder pero conservaría la mayoría absoluta. Esta circunstancia puede abocar a un bloqueo. En caso de elecciones anticipadas, por tanto, dejó la puerta abierta a su vuelta.
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