Donald Trump es el flamante presidente de los Estados Unidos. De inicio se observa que es un cambio en los últimos 15 años en la política de ese país, una política que es llevada a un nacionalismo. Él en su discurso ha remarcado que lo primero para Estados Unidos es Estados Unidos. En ese sentido, se espera un cambio en las relaciones externas en las que quizá pueden ser negativas con las corporaciones internacionales, así también se podría generar un problema con los comentarios políticos, pero más se observa que su política económica se va a concentrar en la economía interna.
Pero esto no es un problema, Estados Unidos es una potencia mundial y el nuevo gobernante intenta desarrollar su país con sus ciudadanos; además tiene todos los recursos domésticos, económicos y el talento humano necesario para lograrlo.
Los demás países seguro tendrán que revisar los negocios y acuerdos, como por ejemplo el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por sus siglas en inglés). No se puede saber aún cuáles son las consecuencias para otros países. A pesar de que el discurso nacionalista puede ir en contra del concepto de globalización, sin embargo para mucha gente, la globalización no tiene beneficios y eso se ve en la cantidad de gente pobre en los últimos años en los países del primer mundo, tanto de Europa como el mismo Estados Unidos.
Por otro lado el discurso de Donald Trump se muestra esperanzador para quienes votaron por él y son quienes lo llevaron a la Casa Blanca. La clase media baja tiene esperanza en, según dicen, recuperar sus puestos de trabajo y ver a un país lleno de industrias nacionales y con mano de obra local.
Trump, según los medios internacionales, llega a la presidencia con bajos niveles de aceptación, pero es necesario recalcar que la mayoría de medios de comunicación apoyaron la candidatura de Hillary Clinton y eso es lo que ahora reflejan los números. De esta manera, el público tiene una expectativa y los medios otra. Pero hoy empieza oficialmente su mandato y en los primeros meses se verán los resultados. Lo que sí es necesario destacar es que su primer trabajo podría estar centrado en la comunicación para arreglar la preocupación de los estadounidenses.
Trump no es político y no se sabe qué podría pasar en su gobierno. Ahora hay que esperar los resultados, es imposible adelantar un criterio de algo que no ha pasado. Lo que se sabe de él es lo que se vio en campaña. Ya es un Presidente investido que tiene que gobernar.
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