Presentar el proyecto de Ley Orgánica para evitar la Especulación sobre el valor de las tierras y fijación de tributos, conocido como Ley de Plusvalía, es una manera con la que el Presidente participa en tiempo de elecciones y de esta manera puede visitar todas las ciudades y pueblos, argumentando la defensa del proyecto; pero lo que hace realmente es campaña electoral. Que puede hacerla como ciudadano, pero no movilizándose con los recursos fiscales y eso es lo que ha hecho durante los últimos 10 años.
El argumento de que esta ley no va a afectar a una buena parte de la población es real, porque buena parte de la población no tiene nada. Se trata de gente que vive al día, que no ha generado ahorros, que no tiene una actividad económica fija. Hay un 46% de la población que es subocupada y un 4 % desocupada; entonces, a esa mitad de la población no le afecta, pero hay que tener en cuenta a la otra mitad para la cual el efecto es contrario.
La mayoría de gente pretende tener un activo para su futuro y su familia y es ahí en donde se va a sentir el problema. Actualmente hablar de USD 8.000 no es una gran cantidad de dinero y al exonerar ese valor a un grupo no tiene mayor consecuencia, a diferencia de un cobro del 75% a la ganancia extraordinaria en la venta de bienes inmuebles que será confiscatorio para otro grupo. Lo que está haciendo el Estado es una captación de una cantidad desmesurada de dinero.
Pero hay que tomar en cuenta el cálculo de algunos elementos adicionales, a los que se debería poner especial atención, cuando se adquiere una propiedad, como son los costos de notaría, de trámites y especialmente el de los créditos que permiten llevar adelante un proyecto. Por lo general, las casas se compran con préstamos y esa parte de los intereses ¿quién paga? Se reconoce en la Ley?
Sin duda, ese proyecto de ley va a ser aprobado por la Asamblea, pero cualquiera de los candidatos que llegue a la presidencia, que no sea de la misma línea de Correa, la va a derogar enseguida. Es una ley demasiado onerosa y uno de los sectores más golpeados en este momento es el de la construcción y con esta disposición sobre la plusvalía se va a afectar mucho más, porque no es cuestión de hacer casas, sino de tener a quién venderlas y si la gente ve que no le va a resultar conveniente comprar la casa, no se endeudará para adquirirla. Muy poca gente compra al contado, la mayoría compra con plazo de entre 10 años y 30 años.
El país necesita crecer todo el tiempo y a buen ritmo, un ejemplo de ello es el crecimiento de la China del 10 % sostenido por 20 años. Es decir, el Estado debe recuperar sus recursos a través del menor número posible de impuestos, no grabando por una serie de lados y en este caso, poniéndolos a los municipios a recibir esos recursos, si la situación se da como se espera, el rendimiento va a ser muy escaso.
Uno de los efectos con la ley de plusvalía es que podría contraerse el sector de la construcción y en muchos sectores las propiedades podrían perder valor, se daría el fenómeno de la minusvalía y eso ¿quién lo reconoce? Porque si se construyó una casa en un barrio de mucho costo, pero si nadie la compra, tiene que bajarle el precio a ese bien para ver si lo logra vender, ahí lo que resulta es que en lugar de ganar va a perder el vendedor, en términos de recuperación de su dinero.
En la situación actual de crisis económica y de grave pérdida de empleos en el sector de la construcción y en todos los otros sectores, no es para nada recomendable frenar la inversión y desestimular a quienes quieren comprar una casa o terreno, cuando hay tanta falta de vivienda en el país.
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