El Parlamento de Venezuela con mayoría de oposición al gobierno de Nicolás Maduro, vejado por los colectivos chavistas, con cortes de luz para evitar la instalación de sus sesiones, ha suspendido el juicio que la semana pasada había instalado en su contra, por su responsabilidad en la crisis de ese país.
El anunció lo ha hecho el jefe de la Asamblea, Henry Ramos Allup, el mismo que la semana pasada, en la llamada Toma de Caracas, se había mostrado tan radical a la hora de protestar por la suspensión del referendo revocatorio contra Maduro, que él y otros líderes de la oposición venían empujando desde comienzos de este año como una salida constitucional a la crisis que vivía y vive Venezuela.
Maduro, que primero había denunciado un golpe parlamentario y descalificado a todos sus cuestionadores, ahora ha saludado como sensatas las decisiones de la oposición de suspender el juicio parlamentario en su contra.
¿Cuál es la salida? Una vez desactivada la protesta, porque la Mesa de la Unidad Democrática también ha suspendido la marcha del 3 de noviembre, solo queda esa pregunta. ¿Será capaz ahora la oposición de reclamar el revocatorio en una mesa en la que Maduro ha comenzado por llamar terroristas a los que no fueron al llamado diálogo? ¿El chavismo ha hallado la fórmula mágica para mantenerse en el poder pese a todo el rechazo?
Maduro, ajeno al parecer a la crisis de su país o muy consciente de esa crisis, ha bailado el día en que la oposición le ha dado otra oportunidad. Ha bailado en un programa de salsa emitido por el canal estatal. Y en medio de toda la crisis humanitaria que vive Venezuela ha dicho que ese programa, donde él baila, estará al aire a diario desde donde esté, así sea Moscú, Beijing o La Habana.
Así en su país no haya alimentos ni medicinas.
Esa imagen, la de Maduro bailando, publicada por la agencia France Presse, es realmente desoladora. Maduro baila a espaldas de un muñequito de Hugo Chávez -también a espaldas de Maduro-, sin brazos, sin piernas, mientras al otro lado del ventanal está un joven con camisa a rayas ajeno a esa realidad, concentrado en su teléfono.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Grupos étnicos y facciones religiosas buscan el poder sirio
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos