Ecuador firmará el 11 de noviembre el Protocolo de Adhesión al Acuerdo Multipartes con la Unión Europea, previamente firmado por Perú y Colombia años atrás y que Ecuador también lo inició pero se retiró de las negociaciones.
Lo que ha hecho el equipo de Ecuador en este proceso de negociación, a través del exministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, y del actual secretario de esa cartera, Juan Carlos Cassinelli, es lograr ciertos beneficios que van acorde a la situación particular que tiene el país. En este sentido hay ciertas protecciones que se van a mantener, como por ejemplo: carne y lácteos, para poco a poco ir desmontando esas protecciones hasta que los productores ecuatorianos estén en un nivel adecuado para competir con los productores europeos. Pero no hay que obviar que en este sentido resulta beneficioso el acuerdo, aunque tardío, obviamente porque los productos colombianos y peruanos ya tienen esa ventaja desde hace tres años, lo que ha llevado a que se posicionen en los mercados europeos.
La estrategia de comercio exterior fueron más de carácter político-ideológico antes que técnico, se prefirió negociar con países de economías que generar los mismos bienes y servicios (en algunos casos) que hace Ecuador. Nos enfocamos a con Irán, con países de Europa Oriental, con países del ALBA dejando de lado, so pena de la soberanía nacional, acuerdos comerciales con Estados Unidos, con la Unión Europea. Esa es la razón por la que el país no está del todo preparado y está retrasado en esta materia.
Adicional a lo anterior, Ecuador no está del todo preparado para este acuerdo, porque existe un rezago en temas de competitividad y los indicadores a nivel mundial no le ubican al país en posiciones estelares, si bien el gobierno ha hecho algunos esfuerzos en temas de infraestructura y cambios en la matriz productiva, los resultados de los mismos se verán en largo plazo. Pero no solo es responsabilidad del sector público, sino también del privado porque ha carecido de incorporar suficientes procesos de innovación en toda la cadena productiva.
Por el lapso de algunos años (dependiendo de los sectores) se establecerán aranceles para irlos desmontado poco a poco, hasta estar en condiciones adecuadas para competir, lo importante es que el Ecuador ya dio el primer paso. Parte de los compromisos adquiridos con la Unión Europea para la firma de este acuerdo multipartes es que debemos ir desmontado paulatinamente las salvaguardias, esto porque la Unión Europea es apegada a los términos que establece la Organización Mundial de Comercio en lo concerniente a la liberalización de aranceles. Claro está que en el proceso de negociación, el ministro Cassinelli tuvo que exponer la razón de la instauración de las salvaguardas, y comprometerse en desmontarlas en un plazo mucho menor al que ya se había establecido. La primera muestra se vió el 26 de octubre cuando se dio una primera reducción de las salvaguardas.
En los últimos años las salvaguardias han generado un incremento en los productos en el mercado local, tanto en los nacionales como en los extranjeros. El nacional porque en algunos casos requiere de materia prima que se encarece precisamente por las salvaguardias y su costo aumenta, pero los ingresos de los consumidores no suben al mismo nivel. Esto llevo a que los ciudadanos han tenido que buscar otras alternativas trasladarse a países vecinos donde le resulte más económico adquirir los productos.
También es preocupante en el país son las altas cargas impositivas, hay una presión fiscal de las más altas de América Latina y que perjudica mucho a los consumidores. Es preciso una revisión de las cargas impositivas para mejorar el consumo de los ecuatorianos, no se puede seguir pensando que se recaude más, gravando más los productos, tengo un mejor efecto bajando impuestos y que el aumente el consumo, trayendo consigo un aumento e la recaudación tributaria.
El acuerdo permitirá el ingreso de productos europeos de buena calidad y el consumidor ecuatoriano tendrá una mayor capacidad de elección. Esto va a llevar a que las empresas nacionales se pongan a punto no solo para exportar, sino también para competir en el mercado local. Entonces habrá un beneficio para los consumidores y también para las empresas porque van a tener que innovar. El consumidor siempre va a buscar su beneficio.
Implicaciones políticas y económicas
Concretar una firma de Adhesión con la Unión Europea tiene varias implicaciones políticas y económicas. En efecto esto va abrir un mercado interesante, permitirá un ingreso de divisas por el aumento de las exportaciones. En lo político, el tema electoral en Ecuador ha ayudado a que se acelere esta negociación porque beneficia a un sector muy importante como el exportador (por la variedad de productos inmersos) que generar empleo directo e indirecto.
Pero lo que desnuda el tipo de negociación que llevó adelante el gobierno es que no hay una estrategia visible de largo plazo. Hay que reconocer que se negoció muy rápido pero estos procesos no son así, la Unión Europea ha tenido un trato especial o consideraciones especiales con Ecuador, pero un acuerdo comercial se negocia por años y esto es porque hay que ver las áreas más sensibles, aquellas áreas en las que pueden haber más afectados y que se deben realizar protecciones para evitar un impacto negativo.
En fin, al menos dimos el primer paso, se pudo hacer antes pero eso es historia ya escrita, miremos hacia adelante y aprovechemos el acuerdo que firmaremos. Es preciso que el nuevo gobierno, cualquiera que sea este, defina estrategias de largo plazo para el comercio exterior del país para no negociar a la carrera.
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