La influenza A H3N2, particularmente la variante conocida como clado K o “súper gripe”, ha encendido las alarmas sanitarias en varias regiones del mundo y ha generado llamados de atención de especialistas en Ecuador. Aunque hasta ahora el linaje más contagioso no ha sido confirmado oficialmente dentro del territorio nacional, expertos señalan que el aumento de casos en el hemisferio norte y la mayor movilidad de viajeros durante la temporada festiva podrían favorecer la introducción de esta variante en comunidades ecuatorianas.
Médicos infectólogos explican que la H3N2 puede manifestarse con síntomas similares a los de una influenza grave: fiebre alta, malestar general profundo, dolores musculares y tos persistente, con más intensidad que un resfriado común. Se destaca la importancia de la vacunación antigripal estacional, que —aunque no es 100% efectiva contra variantes nuevas— sigue siendo una herramienta clave para reducir hospitalizaciones y complicaciones graves.
El Instituto Nacional de Salud Pública y Estudios (Inspi) ha reforzado los sistemas de vigilancia epidemiológica y coordinación con hospitales públicos y privados para monitorear cuadros respiratorios inusuales y anticipar posibles brotes. El Ministerio de Salud Pública (MSP) mantiene habilitados puntos de vacunación en varias provincias y ha instado a la ciudadanía a acudir especialmente quienes integren grupos de riesgo: adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.
Autoridades sanitarias recuerdan también las medidas tradicionales de prevención: lavado frecuente de manos, uso de mascarilla en espacios cerrados con aglomeraciones, y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Aunque Ecuador aún no ha registrado oficialmente casos de la variante K, el escenario global demanda una respuesta responsable y anticipada.
Relevancia para Ecuador:
El monitoreo y respuesta rápida ante virus respiratorios como la H3N2 es crucial para proteger la salud pública en Ecuador, especialmente en temporada alta de viajes. El fortalecimiento de la vacunación y la vigilancia epidemiológica amortigua la presión sobre el sistema de salud y reduce mortalidad y complicaciones.
Foto de portada: Personal de salud del MSP atiende a pacientes en centro de vacunación contra influenza en Ecuador.
Crédito: Imagen referencial de archivo.
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