La Universidad Casa Grande otorga Honoris Causa a Mafalda: un homenaje a la conciencia crítica que sigue vigente

viernes, julio 25, 2025

En las fiestas julianas de Guayaquil, la Universidad Casa Grande entregó el título Honoris Causa a Mafalda, símbolo del pensamiento crítico latinoamericano. Fue un homenaje a la caricatura como forma de conciencia social, con la participación de Bonil, Pablo Irrgang, Diario El Universo y el cónsul argentino. Reflexión, arte y ternura para

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En el marco de las fiestas julianas de Guayaquil, la Universidad Casa Grande (UCG) rindió un homenaje que combinó cultura, academia y memoria: otorgó el título de Doctorado Honoris Causa en Relaciones Internacionales a Mafalda, la icónica niña de historieta creada por Quino, símbolo del pensamiento crítico latinoamericano.

 

El reconocimiento fue entregado durante el conversatorio “Mafalda: la niña que sigue incomodando al mundo”, realizado el 23 de julio en la UCG, con el aval del Diario El Universo y la Alcaldía de Guayaquil. La ceremonia reunió a destacadas figuras del pensamiento y la cultura: Bonil, caricaturista y defensor de la libertad de expresión; Pablo Irrgang, escultor de Mafalda en Buenos Aires; Tina Zerega, vicerrectora académica de la UCG; Carlos Tutivén, experto en comunicación política; y Carlos Pérez Barriga, director del Diario El Universo, diario que durante más de 30 años ha publicado ininterrumpidamente las tiras de Mafalda en Ecuador.

La encargada de entregar el título fue Jimena Babra, canciller de la Universidad Casa Grande, quien señaló que Mafalda no es solo un personaje entrañable, sino una figura que encarna valores universales como la paz, la equidad, el respeto, la libertad y la justicia. Destacó además que, desde sus preguntas ingenuas, Mafalda plantea reflexiones que aún interpelan a la humanidad.

 

El reconocimiento fue recibido por el cónsul argentino Federico Kalbermatten, en representación del Estado argentino y del legado de Quino, fallecido en 2020. “Este Honoris Causa es un gesto de afecto y de reconocimiento a un personaje que ha cruzado fronteras y generaciones”, señaló Kalbermatten.

 

Durante el conversatorio, se resaltó la vigencia del humor como forma de pensamiento y la relevancia de Mafalda en la formación crítica de generaciones. Bonil recordó cómo la caricatura puede ser más que entretenimiento: puede ser pedagogía, memoria y resistencia. Pablo Irrgang relató cómo, al esculpir a Mafalda, comprendió que no se trataba de representar a una niña, sino a una conciencia que vive en el corazón de América Latina.

 

La jornada formó parte de una intensa semana de actividades en Guayaquil, donde diversas instituciones, medios de comunicación y espacios culturales celebraron a Mafalda. Desde exposiciones y esculturas hasta publicaciones especiales, la ciudad reconoció la fuerza simbólica de este personaje que sigue vigente más allá del papel.

Para la Universidad Casa Grande, esta distinción se enmarca en su compromiso con la libertad de pensamiento, la innovación educativa y el diálogo intercultural. En palabras de Tina Zerega, “Mafalda representa ese espíritu inconforme que cuestiona sin perder la ternura. Por eso, tiene mucho que enseñarnos todavía”.

En tiempos de discursos extremos, censura solapada y desinformación, el gesto de otorgar un Honoris Causa a una caricatura puede parecer inusual. Pero quizás, como sugiere la Universidad Casa Grande, eso sea precisamente lo que lo hace necesario: reivindicar el poder de la palabra, del humor y de la infancia como antídoto frente a la indiferencia y el autoritarismo.

 

Mafalda, una niña que se atrevió a preguntar lo que los adultos callaban, fue recibida por la academia con honores. Y Guayaquil, ciudad de letras y de historia, la celebró como se celebra a las grandes: con reflexión, arte y cariño.