El cónclave para elegir al nuevo Papa, iniciado el 7 de mayo de 2025, continúa sin resultados concluyentes. Este jueves, tras dos rondas de votación matutinas, una segunda fumata negra emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 11:51 horas, indicando que aún no se ha alcanzado el consenso necesario entre los 133 cardenales electores.
La Plaza de San Pedro, en el Vaticano, se encuentra colmada por aproximadamente 15,000 personas que, con expectación y paciencia, siguen de cerca cada señal del cónclave. La elección del nuevo pontífice requiere una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 89 votos, una cifra que hasta ahora no ha sido alcanzada.
Este proceso se lleva a cabo tras el fallecimiento del Papa Francisco el 21 de abril de 2025, a los 88 años. La comunidad católica mundial espera con ansias la elección de su sucesor, en un momento en que la Iglesia enfrenta desafíos significativos, tanto internos como en su relación con el mundo contemporáneo.
Las deliberaciones continuarán con dos votaciones adicionales en la tarde de este jueves. Si no se alcanza un acuerdo, el cónclave proseguirá en los días siguientes, siguiendo el protocolo establecido para la elección papal.
La prolongación de este proceso refleja la complejidad y la importancia de la decisión que enfrentan los cardenales, quienes deben considerar no solo la espiritualidad y la doctrina, sino también la capacidad del futuro Papa para liderar la Iglesia en tiempos de cambio y desafíos globales.
La atención mundial permanece centrada en el Vaticano, con la esperanza de que pronto emerja la fumata blanca que anuncie la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
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