Un eclipse total de Luna, visible en gran parte del mundo, ha inaugurado esta mañana una serie de eventos astronómicos que se van a suceder a lo largo del mes de marzo y que culminarán con un eclipse parcial de Sol el próximo día 29 y con una cascada histórica de eclipses totales que se sucederán durante los próximos años.
A la posibilidad de contemplar al anochecer, aparentemente alineados, hasta cuatro planetas (Marte, Júpiter, Venus y Mercurio ), algo completamente inusual, se suma este mes el eclipse total de Luna de esta mañana, el eclipse parcial de Sol del 29; y el equinoccio de primavera el próximo día 20.
El eclipse total de Luna no será además el único que se produzca este año, ya que el mismo evento astronómico -que se produce cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean y la Tierra proyecta su sombra sobre el satélite- se repetirá el próximo 7 de septiembre.
Cada año se producen entre cuatro y siete eclipses, incluyendo los de Sol y los de Luna, según datos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) español, que ha señalado que normalmente ambos van acompasados ya que uno se produce media lunación -el intervalo de tiempo entre dos fases idénticas de la Luna- después que el otro, por lo que cada año hay al menos dos solares y dos lunares.
Hoy se ha podido ver el primero de los eclipses de Luna este año, y en este caso será total y visible en gran parte del mundo, y allí donde acompañen los cielos despejados la observación de este fenómeno astronómico podrá realizarse a simple vista sin que entrañe ningún riesgo y sin necesidad de ninguna instrumentación especial.
El eclipse lunar será visible en alguna de sus fases en toda Europa, en gran parte de África, en Norteamérica, Sudámerica, la Antártida y el este de Asia y Oceanía, aunque la observación de fase se totalidad se restringirá al oeste de Europa, a África occidental, todo el continente americano y la Antártida, según los datos recopilados en el Observatorio Astronómico Nacional.
Durante el eclipse de mañana la Luna se tiñó además de un naranja rojizo por las mismas razones que explican por qué el cielo de la Tierra se ve azul o los atardeceres en la Tierra naranjas, según la información de la Nasa, que ha señalado que la luz solar se ve blanca pero en realidad contiene un arcoíris de componentes y los diferentes colores de la luz tienen diferentes propiedades físicas.
Las explicaciones de la Nasa revelan que durante un eclipse lunar, la Luna se ve roja o naranja porque toda la luz solar que no está bloqueada por la Tierra se filtra por una gruesa porción de la atmósfera terrestre en su camino hacia la superficie lunar; «es como si todos los amaneceres y atardeceres del mundo se proyectaran sobre la Luna», ha precisado la agencia estadounidense.
El carrusel de eventos astronómicos del mes de marzo (eclipse total de Luna mañana y parcial de Sol el 29) continuará además a lo largo del año, ya que el próximo 7 de septiembre se repetirá un eclipse total de Luna que volverá a ser visible en gran parte del mundo y el 21 de septiembre uno parcial de Sol.
LA HABANA (CUBA) 14/03/2025. – Combo con imágenes de la luna durante el progreso del eclipse durante la madrugada de este viernes en La Habana (Cuba). Ernesto Mastrascusa
El «carrusel» de eclipses solares continuará durante los tres próximos años, cuando se registrarán dos totales (el 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto de 2027) y uno anular (el 26 de enero de 2028) que serán visibles en gran parte del mundo.
Al suceder -los dos eclipses totales- en verano, las probabilidades de tener un cielo despejado son altas, ha adelantado el Observatorio Astronómico Nacional, pero a diferencia de los de Luna, para contemplar los de Sol sí es necesario adoptar precauciones especiales y nunca mirar directamente a simple vista ni con gafas de sol ya que entraña muchos riesgos para la vista.
Los eclipses de Sol son especialmente interesantes para la ciencia, ya que son ocasiones excepcionales durante las cuales los investigadores pueden observar una parte de la atmósfera solar -conocida como la corona-, que es demasiado tenue para poder ser examinada, excepto cuando la luz brillante del Sol queda bloqueada por uno de estos eventos.
Para salvar ese obstáculo desde la Tierra, los científicos utilizan los «coronógrafos» para bloquear de forma artificial la luz del Sol, simulando un eclipse total, pero la Nasa ha detallado que incluso con esos instrumentos resulta muy difícil estudiar la parte de la corona más cerca a la estrella, donde ocurren muchos de los procesos más importantes y que afectan de una manera determinante a los humanos y a las tecnologías terrestres. EFE
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