Los aplausos de los miles de venezolanos que esperaban en la soleada Plaza de Mayo para ver a Edmundo González Urrutia y Javier Milei saludar desde el balcón de la Casa Rosada se escucharon desde los patios y pasillos más recónditos del palacio cuando el presidente electo de Venezuela llegó, envuelto en un fuerte operativo de seguridad junto a su reducida comitiva, minutos después de las 11 de la mañana.
Milei estaba desde hacía menos de una hora en la sede gubernamental. Había dejado Olivos a las 10 después de permanecer en la residencia oficial los días de las Fiestas. Llegó a las 10.15 a Balcarce 50 para la recepción del líder opositor venezolano y en la Casa de Gobierno se encontró con su hermana y secretaria general, Karina Milei, y con el canciller, Gerardo Werthein, que también participarían en el encuentro. Se prepararon durante unos 45 minutos en el despacho presidencial, y a las 11 recibieron a Urrutia.
El protocolo aplicado por la Casa Militar para el ingreso del líder venezolano, que llegó acompañado por su esposa, Mercedes López y el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue el que se le dedica a un presidente electo, dijeron sugerentemente en el entorno del jefe de Estado. El objetivo del encuentro era justamente reconocer a Urrutia como tal, después de los fraudulentos comicios de agosto y a seis días de la jornada de investidura presidencial. El 10 de enero Maduro planea apropiarse del mando que le corresponde a Urrutia, que se encuentra exiliado en España desde los comicios y aún no confirmó si podrá ir a Caracas ese día para defender la decisión de la voluntad popular de Venezuela. Mientras tanto, la principal líder de la resistencia, Corina Machado, sigue en el territorio nacional, pero oculta para preservarse de las represalias del régimen.
La charla entre Milei y Urrutia, junto a Werthein y Karina, duró aproximadamente media hora. Discutieron la situación del país en la dictadura, y el Presidente le transmitió su compromiso con los valores de la democracia. También hablaron del gendarme secuestrado, Nahuel Gallo y de los asilados en la embajada argentina en la capital venezolana. Poco después, el Gobierno publicó un comunicado donde se refirió al gobierno dictatorial y a la determinación de la administración libertaria con los valores del mundo libre, occidental y capitalista. E hizo un llamado a evitar la complicidad con Maduro, aunque sin mencionar al primer mandatario de Brasil, Lula da Silva.
Al terminar, ambos salieron al balcón principal, acompañados por sus respectivos entornos. Se abrazaron y saludaron largamente a los miles de venezolanos de la diáspora en la Argentina que ocupaban un tercio de la Plaza de Mayo y los vivaron apenas vieron que abrirse las puertas ventanales del primer piso. “Viva la Libertad”. “Gracias, Milei”. “Edmundo presidente”, gritaban, envueltos en banderas de su país. Algunas mujeres estaban apostadas frente a la reja desde las 8.30 de la mañana; otros habían llegado hacia el mediodía, decididos a recibir a Milei con vociferadas y calurosas palabras de aliento, entre hurras y agradecimientos.
Por la visita de Urrutia, la Casa Rosada estaba rodeada de agentes de seguridad apostados con sus armas del lado interno de la reja que circunda el edificio. El protocolo desplegado por la Casa Militar con el Ministerio de Seguridad y las Fuerzas Armadas había sido inusualmente reforzado con francotiradores y dispositivos anti drones. Durante la visita no hubo incidentes. Y cerca de las 12, Urrutia junto a sus laderos se subieron nuevamente a la combi para desplazarse al Palacio San Martín, donde tenían previsto seguir con un almuerzo con el canciller Werthein y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La de hoy fue la primera visita de Urrutia a la Argentina en el marco de la gira que emprendió por distintos países para reunir apoyos y volver a mostrarse en público. Después irá a Montevideo, Uruguay, donde será recibido por el saliente presidente Luis Lacalle Pou.
El resto de sus destinos era desconocido, por cuestiones de seguridad. Pero en la conferencia de prensa que brindó junto a Bullrich y Werthein, dos de los ministros más cercanos a Milei, en la sede de la Cancillería, reveló que también tiene planeado ir a República Dominicana y a Panamá; y confirmó que irá a Estados Unidos esta misma noche, donde se reunirá con el presidente saliente Joseph Biden.
En la rueda de prensa, que no estaba prevista y se organizó una hora antes, González Urrutia dijo que está decidodo a tomar posesión, pero no reveló mayores detalles del modo en que lo llevará a cabo en medio de las amenazas del régimen chavista. “Esperamos definiciones con respecto a las nuevas autoridades que todavía no están definidas”, dijo. Y agregó que no tiene temor por los eventuales incidentes que puedan ocurrir el 10 de enero. A pesar de que Maduro dio sobradas muestras de que hará todo lo posible para evitar un traspaso de mando, finalizó con un mensaje al dictador: “Aspiramos a que contribuya a una transición pacífica y ordenada”.
Texto original de Infobae
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Uvas, testamentos, años viejos… así despedimos al año en Ecuador
Renacer y mejorar
Ecuador unido: Resiliencia y esperanza en tiempos de crisis
La UTPL brilla en la educación online mundial
Democracia: Los puntos sobre las íes