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Casas pasivas: por qué son una solución frente a los incendios forestales
En un contexto donde el cambio climático intensifica las condiciones propicias para incendios forestales, un nuevo enfoque en la construcción de viviendas podría marcar la diferencia. Según informó CBS News, en Colorado, una familia que perdió su hogar en el devastador incendio Marshall hace tres años decidió reconstruir bajo un concepto innovador conocido como diseño de casa pasiva.
Este modelo no solo promete mayor eficiencia energética, sino también una resistencia superior frente a los incendios, un desafío cada vez más urgente en regiones como Los Ángeles, donde los incendios forestales han dejado cientos de viviendas destruidas.
El incendio Marshall, considerado el peor en la historia de Colorado, arrasó con la casa de Erik Ela, su esposa y su hijo Alex, quien entonces tenía solo un año. Además de perder su hogar, la familia sufrió la muerte de sus dos gatos, un golpe devastador que ocurrió apenas unos días antes del cumpleaños de Alex. Determinado a no repetir la experiencia, Ela optó por reconstruir su vivienda bajo los principios del diseño pasivo, una decisión que podría servir de ejemplo para otras comunidades afectadas por incendios.
¿Qué es una casa pasiva y cómo protege contra incendios?
El diseño de casas pasivas, conocido internacionalmente como Passive House, se basa en principios que buscan maximizar la eficiencia energética y minimizar las vulnerabilidades estructurales frente a amenazas externas, como los incendios. Según explicó Johny Rezvani, proveedor de materiales para este tipo de construcciones, una de las principales ventajas de estas viviendas es la reducción de puntos de entrada para brasas y partículas incandescentes, que suelen ser responsables de incendios internos en casas tradicionales.
En una vivienda convencional, las brasas pueden ingresar fácilmente a través de las rejillas de ventilación del techo, un problema común en incendios forestales como los que han afectado a Los Ángeles. En contraste, las casas pasivas cuentan con un único sistema de entrada de aire, equipado con un potente sistema de filtración que regula el flujo de aire y bloquea el ingreso de partículas peligrosas. Rezvani señaló que, en situaciones extremas, los residentes pueden cerrar completamente esta entrada de aire antes de evacuar, aumentando significativamente las probabilidades de que la vivienda sobreviva al fuego.
Un ejemplo concreto de la eficacia de este diseño se observó en Los Ángeles, donde un incendio impulsado por los intensos vientos de Santa Ana destruyó un vecindario entero, excepto una casa construida bajo los principios pasivos. Este caso ha despertado interés en la región, donde los incendios forestales son cada vez más frecuentes y devastadores.
El costo de la seguridad: un obstáculo para la adopción masiva
A pesar de sus ventajas, el diseño de casas pasivas no ha sido adoptado de manera generalizada, en gran parte debido a su costo inicial. Según el Passive House Network, construir una vivienda bajo este modelo puede ser hasta un 7% más caro que una casa tradicional. Este factor económico ha limitado su implementación, incluso en comunidades que han sufrido incendios devastadores.
En Superior, Colorado, donde se reconstruyeron 300 viviendas tras el incendio Marshall, solo seis de ellas fueron diseñadas como casas pasivas. Sin embargo, la situación podría cambiar gracias a nuevas políticas estatales que buscan establecer estándares de construcción más estrictos en áreas de alto riesgo de incendios.
Nuevas leyes en Colorado: un modelo para otras regiones
La senadora estatal Lisa Cutter, del Partido Demócrata, expresó su sorpresa al descubrir que Colorado no contaba con estándares obligatorios de construcción para proteger las viviendas contra incendios. “Si tu casa no está bien protegida y no tomas medidas para mitigar el riesgo de incendio en tu propiedad, estás poniendo en peligro la casa de tu vecino”, afirmó Cutter, según consignó CBS News.
En respuesta a esta problemática, Cutter impulsó la creación de la Junta de Código de Resiliencia contra Incendios Forestales de Colorado. Este organismo tiene como objetivo identificar las áreas con mayor riesgo de incendios y, por primera vez, implementar códigos de construcción obligatorios para viviendas en estas zonas. Según el medio, en Colorado hay un millón de estructuras ubicadas en áreas donde los entornos naturales se mezclan con zonas urbanas, lo que las hace especialmente vulnerables a los incendios. A nivel nacional, un tercio de las viviendas en Estados Unidos, es decir, 44 millones de hogares, se encuentran en áreas de alto riesgo.
El impacto del cambio climático en los incendios forestales
El cambio climático ha intensificado las condiciones que favorecen la propagación de incendios forestales, como los vientos fuertes y la sequedad extrema. Estas condiciones no solo aumentan la frecuencia de los incendios, sino también su velocidad y capacidad destructiva. Según CBS News, este panorama ha llevado a muchas comunidades a replantearse cómo convivir con el riesgo de incendios y cómo reconstruir de manera más segura tras una catástrofe.
El caso de la familia Ela y su decisión de optar por una casa pasiva es un ejemplo de cómo las comunidades pueden adaptarse a esta nueva realidad. Aunque el costo inicial puede ser un obstáculo, los beneficios a largo plazo, tanto en términos de seguridad como de sostenibilidad, podrían justificar la inversión. Además, iniciativas como las de Colorado podrían servir de modelo para otras regiones, como California, donde los incendios forestales son una amenaza constante.
Un futuro más seguro y sostenible
La adopción de estándares de construcción más estrictos y el uso de tecnologías innovadoras como el diseño de casas pasivas representan un paso importante hacia la resiliencia frente a los incendios forestales. Sin embargo, para que estas soluciones sean efectivas, será necesario superar barreras económicas y culturales, así como fomentar la colaboración entre gobiernos, comunidades y expertos en construcción.
Mientras tanto, historias como la de la familia Ela y la casa que resistió en Los Ángeles demuestran que es posible construir un futuro más seguro y sostenible, incluso en medio de los desafíos que plantea el cambio climático.
Texto original de Infobae
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