El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a la Corte Penal Internacional de antisemitismo después de que el jueves emitiera órdenes de arresto contra él y su ex ministro de Defensa, y lo calificó como “un juicio Dreyfus moderno”.
“La decisión antisemita de la CPI equivale al moderno juicio a Dreyfus, y también terminará así”, indicó el primer ministro en alusión a la sentencia judicial en Francia contra el capitán Alfred Dreyfus en 1898, cuestionada por amplios sectores de la sociedad de la época por antisemitismo.
El primer ministro acusó a la corte de La Haya de ser un “organismo político parcial y discriminatorio” y tildó la acusación contra él de “absurda y falsa”.
La CPI emitió este jueves órdenes de arresto contra Netanyahu; el ex ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant; y contra el jefe militar de Hamás, Mohamed Deif -muerto según Israel, aunque no se ha podido confirmar de forma independiente-, después de que el fiscal de la corte lo solicitara el pasado mayo por supuestos crímenes de guerra.
El fiscal Karim Khan pidió órdenes de arresto entonces también para el jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh; y el jefe del grupo dentro de Gaza y cerebro de los ataques del 7 de octubre, pero ambos han sido asesinados por Israel, en junio y octubre, respectivamente.
Netanyahu insistió en que “no hay nada más justo” que la actual guerra en Gaza, que ha causado más de 44.00 muertos; “después de que la organización terrorista Hamas lanzara un ataque asesino y llevara a cabo la mayor masacre cometida contra el pueblo judío desde el Holocausto”.
“Ninguna resolución antiisraelí impedirá que el Estado de Israel proteja a sus ciudadanos. No cederé a la presión, no retrocederé y no me retiraré hasta que se alcancen todos los objetivos bélicos fijados por Israel al inicio de la campaña”, aseveró.
“La decisión fue tomada por un fiscal jefe corrupto que intentaba salvar el pellejo de los graves cargos que se le imputan por acoso sexual, y por jueces parciales motivados por el odio antisemita hacia Israel”, afirmó el primer ministro sobre Khan, a quien se le abrió la semana pasada una investigación por “conducta sexual inapropiada”.
La Sala de Cuestiones Preliminares rechazó por unanimidad las impugnaciones presentadas en septiembre por Israel, que negaba la jurisdicción de la CPI sobre la situación en el Estado de Palestina en general, y sobre los ciudadanos israelíes en particular.
“Día oscuro para la justicia”
Antes del pronunciamiento de Netanyahu, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar acusó a la CPI de “perder toda su legitimidad” por lanzar una orden de arresto contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y lo consideró “un ataque al derecho de Israel a defenderse”.
“Desde el punto de vista político, dictar órdenes (de detención) contra un país que actúa según el derecho internacional es una recompensa y un estímulo para el eje del mal, que lo viola de manera flagrante y constante”, afirmó el ministro.
Indicó que la CPI es una “herramienta política al servicio de los elementos más extremistas que trabajan para socavar la paz, la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio”.
Asimismo, el titular de Exteriores pidió la condena contra estas órdenes de arresto por parte de todos los países y personas “decentes del mundo”.
El titular de Defensa, Israel Katz, también tildó de “vergüenza moral totalmente teñida de antisemitismo” esta medida, la cual dijo da “un soplo de aire fresco a un fiscal parcial y corrupto, y a quienes se esfuerzan por destruir el Estado de Israel”.
“Quien crea que puede disuadirnos de alcanzar todos los objetivos de guerra que nos hemos fijado mediante decisiones ridículas que sirven a Irán y sus metástasis, encontrará ante sí un Estado fuerte y decidido que actuará con fuerza en todos los ámbitos contra todas las amenaza.
El presidente israelí, Isaac Herzog, tildó de “día oscuro para la justicia y para la humanidad” la decisión de la CPI que dijo “convierte la justicia universal en un hazmerreír universal”.
“Es una burla al sacrificio de todos aquellos que luchan por la justicia, desde la victoria aliada sobre los nazis hasta hoy”, se atrevió a aludir en un comunicado oficial.
Para el presidente israelí, esta decisión judicial “ignora” la situación de los 97 rehenes que siguen en manos de Hamás en la Franja de Gaza, además del hecho de que Israel “fue brutalmente atacado” el pasado 7 de octubre.
“La decisión ha elegido el lado del terror y el mal en lugar de la democracia y la libertad, y ha convertido al propio sistema de justicia en un escudo humano para los crímenes de lesa humanidad de Hamás”, sentenció, en el mismo día en el que en la Franja se superaron los 44.000 gazatíes muertos, según datos de Sanidad.
Hamas celebra la medida
Por su parte, el grupo terrorista palestino Hamas celebró la emisión de órdenes de detención, calificándola de “paso importante hacia la justicia”.
“(Es) un paso importante hacia la justicia y puede conducir a la reparación de las víctimas en general, pero sigue siendo limitado y simbólico si no es apoyado por todos los medios por todos los países del mundo”, declaró en un comunicado Bassem Naim, miembro del buró político de Hamas.
“La justicia internacional está con nosotros contra la entidad sionista”, aseveró otro miembro del buró político de la organización, Izzat al Rishq. Aseguró que esta decisión de la CPI expone “el verdadero rostro terrorista” de Israel en beneficio de los palestinos, así como que su causa y objetivo de liberación “son inevitables”.
”El Estado ocupante (Israel) se enfrenta a la verdad, contradice el concepto de justicia y choca con los valores humanos”, sentenció Al Rishq.
La CPI también ordenó la detención de Mohamed Deif, que lideraba el brazo armado de Hamas, las Brigadas Al Qasam, si bien Israel le dio por muerto tras un bombardeo contra la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de Gaza, el pasado 13 de julio, en el que murieron 90 palestinos. Hamas, sin embargo, nunca confirmó su muerte.
En otro comunicado, Hamas acusó a Estados Unidos de obstruir la decisión de la CPI durante meses “aterrorizando al tribunal y sus jueces”.
Los islamistas apreciaron la decisión como un importante precedente histórico “y una corrección de un largo camino de injusticia histórica” contra el pueblo palestino.
“Hacemos un llamamiento a la CPI para hacerle rendir cuentas a todos los líderes criminales de la ocupación, sus ministros y oficiales”, dijo la organización, que gobierna en Gaza.
Por último, Hamas llamó a todos los países del mundo a cooperar con la Corte para enjuiciar a ambos políticos israelíes y trabajar para poner fin a la ofensiva en Gaza.
Basem Naim advirtió de que la decisión sigue siendo “limitada y simbólica si no recibe el apoyo con todos los medios posibles por parte de todos los países del mundo”.
Por su parte, Argentina rechazó las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant.
A través de un mensaje publicado por el presidente Javier Milei, el gobierno manifestó su profundo desacuerdo con la resolución y planteó: “Ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse frente a ataques constantes por parte de organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah”.
“Israel enfrenta una agresión brutal, una toma de rehenes inhumana, y el lanzamiento indiscriminado de ataques contra su población. Criminalizar la defensa legítima de una nación mientras se omiten estas atrocidades es un acto que distorsiona el espíritu de la justicia internacional. La Argentina se solidariza con Israel, reafirma su derecho a proteger a su pueblo y exige la liberación inmediata de todos los rehenes”, agregó el comunicado oficial de la Argentina.
Y completó: “Hacemos un llamado a la comunidad internacional para condenar las acciones de Hamas y Hezbolá, defender la soberanía de Israel y actuar con justicia e imparcialidad en la búsqueda de una paz duradera en la región”. (EFE)
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