Todavía cuesta creer que una pastillita accesible y del tamaño de un garbanzo, nos ayude a controlar uno o varios episodios, o cuadros severos que nos pueden llevar a la muerte.
Mucho más inverosímil puede sonar que una pastillita -que conserva ese tamaño pequeño- nos proteja y prevenga contra las enfermedades que son la principal causa de muerte de este siglo XXI.
La buena noticia: sí, existe, y se llama polipíldora o polypill, como se la conoce por su nombre original en inglés. Actúa muy eficazmente como antihipertensivo, diurético y reductor del colesterol; previniendo los riesgos de las afecciones cardiovasculares y mejorando la adherencia de los pacientes a los tratamientos.
Por todo esto, para afianzar el concepto clave de prevención en salud, los mayores desafíos siguen siendo cómo anticiparse eficazmente a las enfermedades crónicas no transmisibles. Entre ellas, a las enfermedades cardiovasculares, a los accidentes cerebrovasculares (ACV) que encabezan la lista, con 18 millones de vidas perdidas cada año, a nivel global, por patologías que afectan al corazón y las arterias.
En paralelo y agigantando la mancha de aceite de los problemas, avanza como principal propulsor un mal silencioso clásico, pero muy vigente en este tiempo: la hipertensión arterial, relacionada con los eventos graves de infartos y ACV, y que según la estadística mundial, solo 2 de cada 10 pacientes están adecuadamente controlados. El mejor tratamiento médico es el que no se abandona, explican siempre los expertos a Infobae.
La revolución de la polipíldora
El hallazgo de la polipíldora es realmente revolucionario para el diagnóstico de los males de este tiempo: combina varios medicamentos en una sola dosis. Como detalló Infobae, al combinar medicamentos genéricos accesibles (antihipertensivo, diurético y reductor del colesterol), la polipíldora desde su aparición demostró reducir el riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y otros eventos cardiovasculares graves.
Hub de cardiología mundial
En pocos días, Buenos Aires se convertirá en un verdadero hub de la cardiología mundial, siendo sede del 50º Congreso Argentino de Cardiología, una cumbre que reunirá a más de 14.000 especialistas de todo el mundo. El encuentro no solo celebrará medio siglo de avances científicos, sino que también reafirmará el compromiso de la comunidad médica con la prevención cardiovascular y la búsqueda de soluciones innovadoras frente a las principales causas de muerte global. Por primera vez, el congreso estará abierto al público general y no solo para expertos.
Entre las figuras más esperadas del evento organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) se encuentra el doctor español Valentín Fuster, una eminencia indiscutida en la cardiología global. El director médico del Hospital Mount Sinai de Nueva York y expresidente de la Federación Mundial del Corazón es conocido mundialmente por ser uno de los “padres” de la polipídora, que reúne tres principios activos (ácido acetil salicílico, ramipril y atorvastatina) en un solo medicamento.
El estudio SECURE, publicado en The New England Journal of Medicine en 2022, demostró que la polipíldora redujo en un 33% la mortalidad cardiovascular en pacientes que han sufrido un infarto. Esta combinación de aspirina, un inhibidor de la ECA y una estatina, disminuyó también el riesgo acumulado de eventos cardiovasculares en un 24%. Además, mostró una mayor adherencia al tratamiento en comparación con el enfoque tradicional.
Gracias a la fuerte evidencia de estos resultados, apenas un año después, en agosto de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la polipíldora cardiovascular, desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España que dirige el doctor Fuster, en su lista de medicamentos esenciales.
A los 81 años, Fuster sigue siendo un prolífico investigador. Esta semana, un estudio publicado en The Journal of the American College of Cardiology (JACC), dirigido por el cardiólogo español, mostró que la aterosclerosis silente y su progresión en personas asintomáticas se asocian con la mortalidad por todas las causas. Según Fuster, este trabajo “subraya la importancia de la detección temprana y la monitorización de la aterosclerosis subclínica”. La investigación incluyó a 5.716 adultos, y la progresión de la placa carotídea proporcionó información valiosa para predecir la mortalidad general, destacando la utilidad de la ecografía vascular para mejorar el pronóstico.
Simplificar el tratamiento
El concepto de la polipíldora también fue impulsado por el cardiólogo y epidemiólogo canadiense de origen indio Salim Yusuf, quien lideró investigaciones de gran envergadura a lo largo de su carrera. Infobae entrevistó al doctor Yusuf y él precisó en una de sus contribuciones más notables – el estudio multicéntrico internacional HOPE-3 – que se mostró la efectividad de esta combinación de medicamentos en la prevención de eventos cardiovasculares en pacientes de riesgo intermedio.
Como se dijo, la polipíldora reúne en un único comprimido tres medicamentos esenciales: un antihipertensivo, un diurético y un reductor de colesterol. Esta combinación disminuye las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, un ACV, o la necesidad de revascularización. Uno de los principales beneficios de este enfoque es su simplicidad, ya que facilita la adherencia al tratamiento, especialmente en pacientes que suelen abandonar las terapias complejas.
El doctor Yusuf visitó Buenos Aires en 2022, cuando participó 48° Congreso Argentino de Cardiología (SAC.22), donde subrayó que la cardiología del futuro debe centrarse en la prevención y que la polipíldora representa un paso crucial en esa dirección. En diálogo con Infobae, el experto formado en la Universidad de Oxford, afirmó: “La clave de la cardiología del futuro es la prevención y para esto las estrategias médicas deben ser simples y seguras”.
El mejor tratamiento es siempre aquel que los pacientes no abandonan, por eso Yusuf remarcó que “a la hora de hablar de cuál es la mejor manera de prevenir los eventos cardiovasculares es tiempo de poner sobre la mesa el debate sobre la ciencia y las costumbres culturales de la población”.
El estudio HOPE-3 fue fundamental para demostrar la eficacia de la polipíldora en la reducción de eventos cardiovasculares. Este ensayo clínico, que involucró a pacientes de diversos países, incluidos Argentina, evaluó los efectos de la combinación de estatinas, antihipertensivos y diuréticos en personas con riesgo intermedio de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Entre los hallazgos más destacados se encuentra la reducción del riesgo cardiovascular en un 30% al combinar estatinas y antihipertensivos. Además, se observó un beneficio del 40% en aquellos pacientes con presión arterial elevada, lo que sugiere que, además de controlar la presión, estos pacientes deberían considerar la incorporación de estatinas para reducir aún más su riesgo.
El estudio también aportó claridad sobre el manejo de dos de los factores de riesgo más comunes: el colesterol alto y la hipertensión. En particular, se destacó que las estatinas reducen de manera significativa los eventos cardiovasculares en pacientes de riesgo intermedio sin necesidad de que estos presenten enfermedades cardiovasculares previas. En cuanto a los antihipertensivos, estos no redujeron los eventos cardiovasculares en la población general, pero fueron eficaces en aquellos con presión elevada al inicio del estudio.
Uno de los aspectos más importantes de la polipíldora es su potencial impacto a nivel global. Según Yusuf, si solo el 10% de la población mundial en riesgo intermedio de enfermedades cardiovasculares se beneficiara de este tratamiento, entre 20 y 30 millones de personas podrían evitar eventos cardíacos y cerebrovasculares graves.
Las enfermedades cardiovasculares son una urgencia global
Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte a nivel mundial y no discriminan por género, ya que afectan tanto a hombres como a mujeres. En Argentina, cada año, más de 100.000 personas mueren debido a enfermedades cardiovasculares, lo que equivale a aproximadamente 280 muertes diarias.
Estas cifras consolidan a los infartos y ACV como la principal causa de muerte en el país, además de ser la primera causa de muerte prematura, afectando a un 35% de los hombres y un 28% de las mujeres.
A pesar de estas cifras, uno de los mayores desafíos es llegar a aquellos que no se consideran en riesgo. Paradójicamente, muchas personas que no están o no creen estar dentro de los grupos de mayor riesgo a menudo se sienten a salvo. Sin embargo, es justamente entre estos grupos donde se produce la mayor cantidad de eventos agudos, como infartos y ACV.
Texto original de Infobae
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