Lo esencial: tras la muerte de Hassan Nasrallah, ex líder de Hezbollah, en un ataque israelí en Beirut, su sucesor, Naim Qassem, afirmó que el grupo chií libanés tiene la capacidad de continuar la lucha contra Israel durante varios meses, aunque mostró disposición para un alto el fuego “con condiciones” mediante negociaciones indirectas. En su primer discurso como secretario general, Qassem instó a la salida de las tropas israelíes del Líbano y destacó el papel del líder del Parlamento libanés, Nabih Berri, en los esfuerzos de mediación.
El nuevo líder de Hezbollah, Naim Qassem, afirmó este miércoles que el grupo terrorista tiene la capacidad de continuar enfrentándose a Israel “durante meses”, aunque reiteró que está dispuesto a acordar un alto el fuego “con condiciones”.
“Podemos continuar durante meses, no digo más”, dijo Qassem en su primer discurso tras ser nombrado ayer como nuevo secretario general de Hezbollah para suceder a Hassan Nasrallah, asesinado hace un mes por Israel en un bombardeo masivo contra los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
Durante su alocución, pidió “paciencia” a los combatientes y a los libaneses, al tiempo que exigió salir del Líbano a los soldados de Israel, que inició una operación terrestre del sur del país a principios de octubre: “Salgan de nuestra tierra para reducir sus pérdidas, si se quedan verán la derrota”, aseveró.
“¿Acaso se alargará la guerra? Parece ser que las elecciones estadounidenses serán un punto de inflexión”, se preguntó Qassem, que indicó que “puede haber alguien que ponga freno a (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu” para detener las hostilidades, dijo.
Por otra parte, Qassem aseguró que Hezbollah está dispuesto a mantener negociaciones “indirectas” con Israel para alcanzar una tregua que ponga fin a más de un año de guerra, que ha provocado la muerte de más de 2.700 personas y el desplazamiento de otras más de 1,2 millones solo en el Líbano, además de la aniquilación de gran parte de la cúpula de la formación armada chií.
“Si el enemigo decide (acordar) un alto el fuego, diremos que sí, pero con condiciones. La manera será mantener negociaciones indirectas para este fin”, indicó el clérigo, que a principios de octubre -cuando ejercía de número dos de Hezbollah- dio su apoyo a unas conversaciones de tregua mediadas por el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.
Sus palabras se producen en un contexto de intensos esfuerzos diplomáticos entre Estados Unidos, Israel y Líbano para alcanzar un acuerdo que ponga fin a los enfrentamientos en el sur del Líbano, donde Hezbollah tiene una fuerte presencia.
En este sentido, recordó que Berri, que también lidera el grupo chií Amal, aliado de Hezbollah, es “el pilar de las negociaciones”, aunque lamentó que “aún no hay un proyecto claro que esté consensuado” para poner fin a las hostilidades.
Berri, que lleva tres décadas como presidente del Parlamento, es una figura crucial que sirve de canal de comunicación del grupo con el resto de partes del espectro político libanés.
“Siempre dijimos que no queremos guerra, pero estamos preparados si se nos ha impuesto y lo haremos con firmeza y triunfaremos, si Dios quiere”, insistió Qassem, que afirmó que el único objetivo de Hezbollah “es proteger al Líbano” y “apoyar a Palestina”.
Quién es Naim Qassem
Qassem, quien fue vice secretario general de Hezbollah durante más de 30 años, fue confirmado al frente del grupo terrorista el martes, poniendo fin a las especulaciones en torno a quién sucedería a Nasrallah tras su muerte en un bombardeo ejecutado a finales de septiembre por el Ejército de Israel contra la capital de Líbano, Beirut.
Qassem, de 71 años, nació en Beirut y fue uno de los fundadores de Hezbollah a mediados de los años ochenta, en el marco de la invasión lanzada por Israel en 1982. Anteriormente, se había graduado en Química en la Universidad Libanesa y había estudiado teología con el ayatolá Mohammad Hussein Fadlallah.
Posteriormente, Qassem entró en la política en el seno del Movimiento AMAL y se integró en el organigrama de Hezbollah en plena invasión israelí, convirtiéndose rápidamente en una figura influyente dentro del grupo. En 1991 fue nombrado ‘número dos’ del entonces líder de Hezbollah, Abbas al-Musawi, quien fue posteriormente sustituido por Nasrallah, quien se consolidó como la figura más reconocible en Hezbollah durante tres décadas antes de ser abatido.
En este contexto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, lanzó una advertencia a Qassem, sugiriendo que su liderazgo podría ser efímero. “Nombramiento temporal. No por mucho tiempo”, dijo. “La cuenta regresiva ha comenzado”.
Texto original de Infobae
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