Buenos Aires (EFE).- La ciudad de Buenos Aires amaneció este miércoles con largas filas en las paradas de autobuses, el único medio de transporte que opera en la capital argentina a causa de una huelga de 24 horas que afecta a los aviones, trenes, metro capitalino (Subte) y taxis.
“Me he coordinado con un vecino para ir a trabajar en su auto”, explica a EFE Erika, una mujer que vive en un suburbio capitalino y va cada día a trabajar al centro de la capital, lo que supone, en su caso, recorrer más de 20 kilómetros.
Quienes han podido organizarse con allegados están llegando a sus puestos de trabajo, pero aquellos que dependen del transporte público ferroviario y viven en las periferias están atravesando dificultades para llegar a su destino.
Por esa razón muchos trabajadores no han acudido a sus puestos, según han confirmado a EFE varios afectados.
“La gente que vive lejos y no tiene auto se está quedando en casa, no está yendo a trabajar. Sin trenes no se accede a la capital”, afirmó un ciudadano porteño.
En la ciudad de Buenos Aires solo operan los autobuses urbanos (colectivos), por eso las filas desde la madrugada está siendo la nota dominante en esta jornada de huelga, a la que mañana se sumarán los conductores de autobuses si no alcanzan antes un acuerdo con las autoridades.
Los huelguistas piden salarios dignos, mejoras laborales y, sobre todo, protestan contra los recortes del Gobierno de Javier Milei.
El cotitular de la Central General de Trabajadores (CGT) y secretario general del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, manifestó el martes que este paro “va a ser el inicio de algo mucho más importante”, en declaraciones a la emisora AM750.
Los sindicatos ferroviarios, que representan a los trabajadores de trenes y Subte, están en huelga, por lo que no hay servicios de pasajeros ni de carga y mercancías por esta vía.
En el sector aéreo se han sumado al paro la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Argentina (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que agrupa a los tripulantes de cabina.
Esta acción ha afectado a unos 30.000 pasajeros. En consecuencia, Aeroparque, el aeropuerto que se encuentra en la capital argentina, está desierto por una ausencia casi total de actividad.
Muchos vuelos se han desviado al Aeropuerto Internacional de Ezeiza -especialmente de las empresas de bajo costo Flybondi y JetSmart-, donde las compañías privadas tienen servicios de rampa y pueden así hacer descender a los viajeros, informó la cadena de televisión TN.
Aerolíneas Argentinas (compañía estatal) informó a sus clientes de que estén pendientes de verificar cambios de horarios de los vuelos y ha ofrecido a reprogramar sus viajes sin penalidad.
También el Sindicato de Camioneros se ha adherido a la huelga, por lo que el transporte de mercancías ha quedado paralizado.
El transporte marítimo se sumó al paro y eso afecta tanto a pasajeros como a carga.
También los taxistas de la capital, aunque en este último caso se ven algunos vehículos de este gremio circulando por las calles de Buenos Aires.
“Los sindicalistas no te dejan trabajar” es el mensaje del Gobierno de Javier Milei que aparece este miércoles en la estación de Retiro, donde confluyen trenes, subte y autobuses, uno de los puntos neurálgicos del transporte en Buenos Aires.
Este mensaje, pero ampliado con ataques a sindicalistas que identifica con sus apellidos, fue publicado el martes en la aplicación Mi Argentina, dirigida a facilitar trámites administrativos a los ciudadanos y que el Gobierno ha utilizado para arengar contra la huelga.
También el martes, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, afirmó en su habitual rueda de prensa que quienes van a la huelga son “privilegiados que buscan perjudicar a los que quieren trabajar”. EFE
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