San Salvador, (EFE).- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, está cerca de cumplir los primeros 100 días de su segundo mandato consecutivo, pese a la prohibición constitucional, que se han visto marcados por señalamientos contra su partido, demandas de mejoras económicas y la continuidad del régimen de excepción.
Estas son las claves de este periodo, en el que Bukele tampoco ha tenido mayores apariciones en público:
De acuerdo con Eduardo Escobar, director de la organización Acción Ciudadana, uno de los temas que ha marcado los primeros meses del segundo Gobierno de Bukele ha sido “la primera crisis de imagen ante la opinión pública del partido del presidente”.
Esto debido, de acuerdo con Escobar, por el “uso del presupuesto legislativo que no se ha hecho público, no hay información sobre cómo se usa, no hay rendición de cuentas del partido”.
Un grupo de activistas cibernéticos habría filtrado la base de datos de los cientos de empleados del Congreso, dominado por el partido Nuevas Ideas (NI), lo que desencadenó una serie de críticas en redes sociales.
A inicios de julio, Bukele dijo en un medio de comunicación que cada diputado posee 14.500 dólares para gastos, pero que esta se reduciría a 11.000 dólares mensuales. Actualmente, el partido de Bukule posee 57 diputados de los 60.
Algunos legisladores intentaron atajar los señalamientos publicando nombres y salarios de sus colaboradores directos, sin que esto frenara la ola de críticas.
Desde que Bukele asumió el segundo mandato, el Congreso, a petición de su Gabinete de Gobierno, siguió aprobando sistemáticamente el régimen de excepción, que suma al menos 81.900 detenciones y llegó a 30 prórrogas.
En este contexto, las organizaciones humanitarias han dicho que son al menos 6.400 las denuncias de atropellos a derechos humanos las que han documentado desde marzo de 2022, principalmente por detenciones arbitrarias, desapariciones de corto plazo de detenidos y torturas.
A esto se suma la muerte de más de 300 personas en custodia del Estado, la mayoría con signos de violencia, según ha dicho la organización Socorro Jurídico Humanitario (SJH).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) retomó estas denuncias en un informe dado a conocer recientemente y recomendó finalizar las limitaciones a las garantías constitucionales del régimen de excepción, establecer una política integral de seguridad y reparar a la víctimas de violaciones a sus derechos humanos.
En respuesta al referido informe, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Libertad de Expresión del Gobierno de Bukele cuestionó la transparencia en la elaboración del informe y la financiación de la CIDH.
Criticó que “tanto la CIDH como Cristosal, una de las principales fuentes del informe, reciben financiación de las mismas entidades, como son la Open Society Foundation y la Ford Foundation”.
Sin embargo, el comisionado José Luis Caballero señaló en su voto concurrente, que se encuentra en el informe, que “la Comisión aplicó la metodología que su Reglamento establece” y que este es “consistente” con el trabajo de 65 años del organismo.
Al asumir su segundo mandato, Bukele prometió “sanar” la economía y las dos principales medidas económicas anunciadas en estos 100 días han sido la creación de agromercados para vender alimento a menor precio y la sesión de la administración de sus dos principales puertos a una empresa turca.
Esto supone la creación de una sociedad mixta entre un ente estatal y la empresa Yilport, que tendría el 80% de la sociedad, a cambio de una inversión de más de 1.600 millones de dólares (unos 1.457 millones de euros).
Pese a la medida para paliar el alza en los alimentos, que también incluyó la suspensión de aranceles, la inflación en el país ha alcanzado su nivel más alto desde diciembre pasado con 1,78 %.
Por su parte, la canasta básica alimentaria pasó de costar 256,74 dólares en enero a 264.91 en julio, un 3,18 % más.
El 18 de julio, el candidato presidencial republicano Donald Trump afirmó en un discurso que la reducción de los homicidios en El Salvador no se debía a una política de seguridad, sino que se debe al supuesto envío de pandilleros a su país.
“En El Salvador, los asesinatos han bajado un 70%, ¿por qué han bajado? Ahora, él te convencería de que es porque han entrenado a asesinos para que sean personas maravillosas. Han bajado porque están enviando a sus asesinos a Estados Unidos”, dijo Trump, sin que el mandatario salvadoreño haya respondido directamente.
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