El Ministerio de Defensa de Israel anunció este lunes el reparto de unos 9.000 rifles de asalto para los equipos civiles de defensa del norte del país, en plena escalada con el grupo chií Hezbollah, con presencia en el sur de Líbano.
En un comunicado, el ministerio explicó que, junto a las fuerzas armadas israelíes, ha invertido unos 50 millones de séqueles (más de 14 millones de dólares) en rifles ‘Arad’ de fabricación israelí, que se repartirán entre 97 “equipos de respuesta rápida” en varias comunidades del norte del país.
Además, señaló que ahora está en marcha una segunda fase de rearme para equipar a las comunidades de los Altos del Golán, y que, una vez completada, unos 120 equipos civiles en el norte estarán completamente equipados.
Los “equipos de respuesta rápida”, como los llama Israel, son unidades civiles que actúan en coordinación con el Ejército en varias comunidades, incluidos algunos asentamientos en Cisjordania.
Durante los ataques de Hamas del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas y 251 fueron secuestradas (dando pie a la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza), varios miembros de estos equipos, poco pertrechados en aquel momento, murieron defendiendo las comunidades fronterizas.
Desde entonces, las autoridades israelíes han rearmado a estos grupos y han extendido la iniciativa al norte, donde el constante fuego cruzado con Hezbollah amenaza con desembocar en un conflicto abierto.
Israel lleva enfrascado en un intenso intercambio de fuego con el grupo libanés desde el 8 de octubre, cuando Hezbollah empezó a lanzar ataques en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
Solo en la mañana del domingo el Ejército detectó el lanzamiento de unos 40 proyectiles desde Líbano dirigidos contra las zonas de la Alta Galilea y los Altos del Golán, después de que el sábado también identificara otros 55. Ninguno de estos ataques causó víctimas.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el martes pasado que con sus “misiones” en Gaza casi cumplidas, el foco de Israel se está trasladando al norte del país, donde el constante fuego cruzado con Hezbollah ha obligado a unas 60.000 personas a vivir evacuadas en hoteles o casas de familiares por todo el país.
En estos once meses de intercambio de fuego, más de 650 personas han muerto a ambos lados de la frontera, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado unas 400 bajas, algunas también en Siria.
En Israel han muerto 50 personas en el norte: 24 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
(con información de EFE)
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