Ana Milena Varón |
Douglas (EE.UU.) (EFE).- Siete estados clave que apenas representan la sexta parte de la población de EE.UU. se han convertido en los trofeos anhelados de los candidatos a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump (2017-2021), que saben que cada voto cuenta cuando las encuestas los mantienen técnicamente empatados.
Las campañas presidenciales están agotando todos sus recursos para arrebatarle a su oponente votos en Arizona, Nevada, Míchigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Georgia, estados que suman 53 millones de personas clave en una población total de 354 millones.
Según la encuesta de New York Times/Siena publicada esta sábado, Harris y Trump prácticamente empatan en Míchigan y Wisconsin, y la ventaja de la demócrata se ha diluido ligeramente respecto a agosto.
Mientras, la encuesta de Morning Consult de ayer señala un empate en Georgia y cita la estrecha ventaja de Harris en seis de los estados: lidera por 3 puntos porcentuales en Arizona; 7 en Nevada; 5 en Pensilvania, Michigan y Wisconsin, y 2 en Carolina del Norte.
Pese a su mejora, gran parte de las ventajas de Harris en la media de encuestas están dentro del margen de error estadístico, lo que la ha llevado a pisar el acelerador y hacer visitas maratonianas como la de este viernes en Douglas, un pequeño pueblo fronterizo en el estado clave de Arizona cuyos vecinos dicen sentirse “olvidados”.
“Esto no es lo mismo que hace unos años, aquí necesitamos muchas cosas del Gobierno pero no vienen sino en las elecciones”, dijo a EFE Rogelio Olguín, un residente de esta ciudad del condado de Cochise, bastión republicano.
Olguín, de 65 años, dice estar desencantado con los dos candidatos y no está seguro de querer votar. Cuenta que su familia está dividida: los más jóvenes ven en Harris una mejor opción y sus contemporáneos apuestan por el republicano, continuando con la tendencia de los votantes de este sector de la frontera.
Harris se ha presentado en territorios que suelen decantarse por el exmandatario para contrarrestar su discurso, y precisamente ayer arremetió contra él en cuestión de inmigración, acusándolo de “no hacer nada” para arreglar el sistema migratorio en sus cuatro años de gobierno.
En esta visita de la demócrata a la frontera, la primera como candidata presidencial, su discurso fue menos conciliador: “Esta es una elección entre soluciones de sentido común y los mismos viejos juegos políticos (de Trump)”, resumió.
La vicepresidenta ha ampliado sus ataques contra el exmandatario para consolidar una ventaja que la encuesta de Morning Consult sitúa a nivel nacional en 3 puntos porcentuales frente a Trump entre los posibles votantes, un punto más que el mes pasado.
Los ataques de las dos campañas contra sus rivales para intentar atraer a los indecisos se han intensificado, ya que en las elecciones presidenciales de 2020, esos siete estados clave se ganaron por menos de tres puntos.
Por ejemplo, durante el partido de fútbol americano de esta noche entre Georgia y Alabama, al que Trump planea asistir, la campaña de Harris ha adelantado que hará volar una pancarta mofándose de Trump por “evitar un segundo debate”, además de emitir un anuncio televisivo.
Trump también tiene en su agenda citas en algunos de estos estados en juego: hoy dará un mítin en Prairie du Chien (Wisconsin) y mañana en Erie (Pensilvania), el martes redoblará esfuerzos en Wisconsin y el viernes en Fayetteville (Carolina del Norte).
El compañero fórmula de Trump, el senador por Ohio JD Vance, estará hoy en Pensilvania la próxima semana en Míchigan y Georgia. EFE
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