Aviñón (EFE).-Dominique Pelicot reconoció este martes en el juicio en Aviñón en el que está acusado de drogar a su mujer durante años para ofrecerla a decenas de hombres que también abusaban sexualmente de ella, que es un violador, como el resto de acusados.
“Soy un violador, como todos los acusados en esta sala, que al venir conocían su estado”, afirmó en referencia al hecho de que los otros hombres sabían que su mujer, Gisèle Pelicot, se encontraba en estado de inconsciencia a causa de los ansiolíticos que le daba.
Pelicot compareció hoy de nuevo ante el tribunal para una declaración que se había pospuesto una semana por su estado de salud.
El principal acusado de esta megaproceso lloró al recordar su infancia y los supuestos abusos que dice que sufrió cuando tenía 9 años, y la violación que presenció cuando tenía 14.
Y estableció un vínculo con los hechos por los que está siendo juzgado: “Uno no nace perverso, se hace”.
Pelicot, que tiene 71 años y está en prisión desde hace cuatro, cuando se descubrió todo, había alegado tener dolores desde el pasado día 6 para ausentarse del juicio.
Un escáner que se le hizo en el hospital el pasado domingo puso en evidencia que tenía una piedra en la vejiga y una infección renal, pero los médicos a los que el presidente de Tribunal encargó este lunes su evaluación, concluyeron que estaba en condiciones de acudir desde hoy a la audiencia, aunque reduciendo las sesiones.
En su declaración, Pelicot aseguró que tenía “la familia ideal”, pero que con su comportamiento lo ha “arruinado todo” y ahora debe “pagar”.
Pelicot, que reconoció ser plenamente responsable de los delitos por los que está encausado, se mostró avergonzado por su comportamiento en la vista, en presencia de Gisèle Pelicot, la que ha sido su mujer durante medio siglo, y de la que se divorció en agosto: “Lo he arruinado todo y lo he perdido todo. Tengo que pagar”.
Destacó que tenía “la familia ideal, pero yo no lo era” y trató de explicar sus prácticas de grabar las violaciones cometidas por las decenas de hombres a los que invitaba a su casa para que abusaran de su mujer, que estaba bajo los efectos de los ansiolíticos: “hay una parte de placer pero también una medida de seguro”.
Por su parte Gisèle Pelicot afirmó este martes en el juicio que en los 50 años que vivió con su marido, Dominique, no pudo imaginarse que la violara y que no dudó de él “ni un solo segundo”.
“Durante cincuenta años viví con un hombre del que no imaginaba que pudiera cometer estos actos de violación. Él es consciente de esos actos de violación, pero yo no dudé de este hombre ni un solo segundo. Tenía plena confianza en él”. EFE
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