Semana Mundial de la Lactancia Materna

domingo, agosto 4, 2024

La leche materna es el primer alimento que debe consumir un recién nacido. En ese primer momento el bebé se alimentará con el calostro, un líquido amarillento, que se produce con el nacimiento

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La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra del 1 al 7 de agosto de cada año. La campaña es encabezada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para promoverla y crear conciencia en torno al tema.

Ya que el cerebro humano se forma casi completamente en los dos primeros años de vida, según Unicef, la leche materna es clave para lograr los mejores resultados. Se trata del alimento más completo para la nutrición de los infantes.

Amamantar no siempre es fácil y puede traer dificultades. La madre que da de lactar a su hijo contribuye en un mejor estado de salud y ahorro de recursos.

Beneficios

La leche materna es el primer alimento que debe consumir un recién nacido. En ese primer momento el bebé se alimentará con el calostro, un líquido amarillento, que se produce con el nacimiento.

Entre los beneficios para madre e hijo se incluyen:

El calostro protege al bebé de enfermedades y limpia su estómago.
El bebé aprenderá a lactar correctamente si lo hace desde su nacimiento.
La madre expulsará la placenta más rápido.
La madre tendrá menos sangrado después del parto.
El útero recuperará su tamaño normal más rápido.
Se evitará la fiebre en la madre con la producción de leche.
El bebé aumentará de peso.
Evita la desnutrición crónica infantil.
Se evita la congestión de los pechos de la madre.
Un bebé alimentado exclusivamente con leche materna tiene menos diarreas.
Previene la diabetes y obesidad.
Reduce el riesgo de muerte súbita.
Favorece el desarrollo emocional, cerebral e intelectual.
Protege contra caries y riesgo de ortodoncia en la niñez y adolescencia.
Crea un vínculo afectivo entre madre e hijo.

Recomendaciones

La preparación de la madre para la lactancia es fundamental para iniciar con un proceso exitoso. Los pezones son partes sensibles del cuerpo y tienden a agrietarse si no se preparan adecuadamente.

La primera y más importante recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es que la lactancia materna sea exclusiva, al menos, durante los 6 primeros meses de vida del infante. Luego pueden incluirse alimentos complementarios y continuar con la leche materna hasta los dos años.

Entre las claves para una lactancia materna exclusiva constan:

Lavarse bien las manos antes de amamantar a un bebé.
Colocarse en una posición cómoda con la espalda apoyada.
El bebé debe tener el pezón y la mayor parte de la areola dentro de su boca.
Amamantar al recién nacido con frecuencia.
Dar leche a libre demanda.
Evitar el uso de chupones y leches de fórmula.
También es posible dar de lactar recostada de un lado.
Amamantar en la noche es muy importante.
Entre más lacte el bebé, más leche producirá la madre.
Sostener el pecho con la mano en forma de C, de forma que el pulgar esté por encima de la areola.
Evitar sujetar el pecho con los dedos en forma de pinza, ya que esto obstruye el paso de la leche a través de los conductos.
Alternar la alimentación con un pecho y otro.