El COVID-19 ya no tiene el poder de fuego que amenazaba a la humanidad en 2020 y 2021, sin embargo, los expertos coinciden en que aún es una infección respiratoria que puede causar enfermedad grave y hospitalización, especialmente en adultos mayores y pacientes con factores de riesgo, como obesidad, diabetes u otras comorbilidades.
La vacunación de gran parte de la población mundial cambió el curso de la pandemia y, actualmente, nuestros cuerpos están mejor preparados para combatir el virus, ya sea a través de vacunas o infecciones previas. Esta semana, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó las vacunas actualizadas dirigidas a combatir la cepa más reciente del COVID-19. La nueva inyección está destinada a mejorar aún más las defensas existentes.
Este aval de la máxima autoridad reguladora de EEUU, llega justo antes del comienzo del otoño-invierno boreal, es decir, de la temporada alta de enfermedades respiratorias. Las vacunas, desarrolladas por Moderna y Pfizer y BioNTech, se enfocan en la variante del coronavirus Omicron KP.2.
Los doctores y funcionarios de salud pública estadounidenses insisten en la importancia de que todas las personas a partir de los seis meses de edad, reciban la vacuna. Sin embargo, dan especial recomendación a las personas mayores que no se han vacunado recientemente.
Quiénes deben aplicarse las vacunas actualizadas contra el COVID
En Estados Unidos, se recomienda la vacuna actualizada contra el coronavirus para todas las personas mayores de seis meses. Las autoridades sanitarias estadounidenses optaron por una recomendación universal en lugar de tratar de definir quiénes son de alto riesgo, ya que la mayoría de los estadounidenses tienen al menos un factor de comorbilidad, como sobrepeso o diabetes.
En ese mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que todas las personas que hayan tenido o no COVID-19 se apliquen las dosis recomendadas contra la enfermedad, independientemente de que hayan tenido síntomas, esto se debe a que “la vacuna refuerza aún más el sistema inmunitario del organismo contra COVID-19″.
Si bien en el resto de los países aún las vacunas aún no fueron actualizadas contra la cepa más reciente, las dosis disponibles también protegen contra la infección por SARS-CoV-2 y los expertos recomiendan aplicarlas.
“He visto a muchas personas en el hospital que recibieron varias vacunas al principio de la pandemia y luego ninguna durante un año o dos,” comentó el doctor Peter Chin-Hong, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, en declaraciones a The Wall Street Journal.
A pesar de las recomendaciones para toda la población mayor de 6 meses de edad se aplique las vacunas contra el COVID-19, los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) revelan que hasta mayo, solo el 22,5 % de los adultos y el 14,4 % de los niños habían recibido las dosis más recientes.
Los CDC ahora recomiendan que las personas se vacunen con una de las nuevas dosis antes de finales de octubre, disponibles en clínicas y farmacias locales. Para aquellos que se hayan vacunado o recuperado recientemente del COVID-19, los médicos sugieren esperar unos tres meses antes de obtener la nueva dosis.
En tanto, las personas inmunodeprimidas pueden recibir dosis adicionales durante todo el año, aunque los CDC aún están evaluando si ampliar esta recomendación a personas mayores de 65 años.
Además, las vacunas contra la gripe pueden ser administradas junto con las contra el COVID-19. Para personas mayores de 75 años que no hayan recibido la vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS), se recomienda incluirla en su lista de inmunizaciones para esta temporada.
Las recomendaciones de vacunación de la FDA
La agencia recomienda las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer para:
Si se han vacunado previamente, la nueva dosis debe administrarse al menos dos meses después de la última inyección.
Vacunas COVID actualizadas para reforzar la protección
El COVID es menos peligroso que al inicio de la pandemia porque nuestros cuerpos se han acostumbrado a combatir el virus y casi todos tienen algún grado de inmunidad por recibir vacunas o enfermarse. De acuerdo con el doctor Robert Hopkins, director médico de la Fundación Nacional para las Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, las vacunas actualizadas son “una oportunidad para mitigar o reducir ese riesgo aún más en lugar de simplemente confiar en lo que sucedió en el pasado”, según señaló a The Washington Post.
David J. Topham, director del Instituto de Inmunología Traslacional y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Rochester, precisó: “Las personas que se vacunan tienen menos probabilidades de infectarse. Nos encantaría que las vacunas fueran perfectas, pero la Madre Naturaleza es bastante inteligente”.
“Desafortunadamente, el COVID ha seguido circulando durante todo el año”, señaló la doctora Kelly Moore, presidenta de Immunize.org, una organización sin fines de lucro en Minnesota dedicada a concientizar sobre la importancia de protegerse contra las enfermedades inmunoprevenibles, en diálogo con The Wall Street Journal.
La mayoría de los planes de seguro en Estados Unidos cubrirán las vacunas contra el COVID-19 sin costos adicionales para los pacientes. Los niños sin seguro pueden acceder a ellas de forma gratuita a través del programa federal Vacunas para Niños. Sin embargo, podría ser más difícil para los adultos sin seguro encontrar vacunas gratuitas este año, ya que el programa federal que las proporcionaba se detendrá a fines de agosto, señaló The Wall Street Journal.
El mismo diario publicó que la empresa Novavax también está preparando una vacuna para el otoño dirigida a la cepa JN.1 y que aún esá pendiente de aprobación por la FDA.
Texto original de Infobae
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