Michael Ismael Hernández, uno de los 17 vinculados al caso Plaga el pasado 30 de junio, se entregó a la justicia este sábado 27 de julio, y cumplirá prisión preventiva.
Su aprehensión se produjo en las inmediaciones de la matriz de la Fiscalía General del Estado en Quito, en la av. Patria y Juan León Mera. Hernández buscaría cooperar con la institución.
De acuerdo a la teoría del Ministerio Público, Hernández gestionó una resolución favorable, en un recurso de casación, a favor de un sentenciado por oferta de tráfico de influencias.
USD 50 000 habrían sido entregados por Cristian Romero, exabogado de Norero, que también está procesado en el caso Metástasis. Ambos fueron socios en un estudio jurídico de Romero.
La cercanía de Hernández con Wilman Terán, expresidente de la Judicatura, y ahora preso por los casos Metástasis (delincuencia organizada) e Independencia Judicial (obstrucción de la justicia), quien hizo que él fuese director de la escuela del Consejo de la Judicatura en 2023.
Por otra parte, Hernández fue usado como argumento para recusar al juez Felipe Córdova, para que ya no esté a cargo de esta causa. Álex Palacios, exhombre de confianza de Terán, declaró que Córdova y Hernández tienen una amistad tan fuerte que el exdirector era el operador del juez.
Además, según la documentación entregada por la Fiscalía, Córdova y Hernández son amigos cercanos. El juez era profesor en el instituto privado CIP-LEX de propiedad de la familia de Michael Hernández, quien era director del centro.
Texto original de Ecuavisa
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