Islandia ha emergido como un modelo global en la producción de energía renovable. Aproximadamente un 85% de la energía consumida en este país deriva de fuentes renovables, el porcentaje más alto del mundo. Esta nación insular, con cerca de 400.000 habitantes, genera su electricidad principalmente a través de energía geotérmica e hidroeléctrica.
Un 73% de la electricidad proviene de plantas hidroeléctricas, mientras que un 26,8% lo hace a partir de energía geotérmica. Estos datos reflejan un modelo casi autosuficiente en términos energéticos, en contraste con otros países que aún dependen en gran medida de los combustibles fósiles.
La clave del éxito islandés no solo radica en la disponibilidad de recursos naturales, sino también en la eficiente explotación de su peculiar geología volcánica.
Islandia cuenta con unos 130 volcanes, muchos de los cuales están activos, proporcionando así una fuente inagotable de energía geotérmica. Este recurso ha ayudado a transformar la economía del país desde una sociedad pobre y dependiente del carbón hasta una nación con un alto nivel de vida. Hoy en día, el 90% de los hogares se calefaccionan con agua geotérmica, lo que elimina la necesidad de usar combustibles fósiles para este fin.
Qué ventajas tiene la energía geotérmica sobre la convencional
La energía geotérmica no solo es sostenible, sino que también es económicamente viable y tiene un bajo impacto ambiental. Las últimas perforaciones en Islandia han alcanzado profundidades de hasta 4.500 metros, lo que podría reducir la superficie necesaria para la extracción y minimizar el impacto visual en el paisaje. Además, los residuos generados son mínimos en comparación con otras fuentes de energía como el petróleo y el carbón.
El enfoque islandés también ha atraído inversores interesados en reducir la huella de carbono de plantas de gran consumo energético como hornos de fundición de aluminio y centros de datos. Esta tendencia se refuerza con un entorno comercial favorable y políticas gubernamentales encaminadas a reducir la dependencia de combustibles fósiles. La infraestructura para vehículos eléctricos se está expandiendo rápidamente, con estaciones de carga disponibles en toda la carretera de circunvalación.
Landsvirkjun, la compañía eléctrica estatal islandesa, es una de las mayores productoras de energía renovable del mundo y tiene un papel crucial en la generación de energía hidroeléctrica, que representa el 20% del mix energético del país. Este enfoque diversificado ha permitido que Islandia no solo sea líder en energía geotérmica sino también en hidroeléctrica, creando un modelo replicable para otros países con recursos naturales adecuados.
Las centrales geotérmicas de Islandia son también un atractivo turístico. Los centros de visitantes en estas instalaciones permiten conocer de cerca el proceso de transformación de la energía hidrotérmica y geotérmica en electricidad. Estas exposiciones interactivas son tanto educativas como entretenidas, mostrando la aplicación de tecnologías modernas en la generación de energía.
Cuáles son los peligros de este plan energético
La energía geotérmica se ha destacado como una alternativa prometedora en el ámbito de las energías renovables. Sin embargo, sus impactos ambientales y limitaciones técnicas presentan desafíos significativos. Una de las principales preocupaciones ambientales es la emisión de ácido sulfhídrico y CO2. Aunque estas emisiones son relativamente pequeñas en comparación con el suministro energético que proporciona, no dejan de representar un reto en términos de sostenibilidad.
Otro de los peligros importantes es la posible contaminación de aguas subterráneas cercanas. Durante el proceso de extracción de calor del subsuelo, existe el riesgo de que sustancias tóxicas como el arsénico o el amoniaco se filtren en las fuentes de agua. Este problema ha sido documentado en múltiples estudios de viabilidad geotérmica.
Además, la infraestructura necesaria para la explotación de recursos geotérmicos conlleva un gran impacto visual en el paisaje. Torres de perforación, tuberías y instalaciones industriales alteran significativamente el entorno natural.
El desafío para Islandia radica en el sector del transporte, donde aún se utilizan combustibles fósiles a pesar de los avances en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos. Los barcos pesqueros han logrado una reducción del 43% en la contaminación desde 1990, gracias a la mejora en la eficiencia y la electrificación de la producción de alimentos pesqueros.
La experiencia islandesa proporciona lecciones valiosas para países que buscan reducir su dependencia de combustibles fósiles y aumentar su uso de energías renovables. Siguiendo este modelo, cada nación debe evaluar sus recursos naturales disponibles y optimizar el uso de tecnologías renovables que mejor se adapten a sus condiciones geográficas y climáticas.
Islandia se mantiene como un referente en la producción sostenible de energía, aprovechando al máximo sus recursos geotérmicos e hidroeléctricos para satisfacer el 99% de su consumo eléctrico. Las políticas gubernamentales y la voluntad de la población han convertido a esta pequeña nación nórdica en un líder mundial en energía limpia, mostrando el camino hacia un futuro energético más sostenible.
Texto original de Infobae
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