El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se mantiene fuera del foco mediático más de una semana después de ser liberado y llegar como un hombre libre a Australia, donde su familia pidió respeto por su intimidad.
La última foto del activista y editor publicada por su mujer, la hispanosueca Stella Assange, muestra a ambos abrazados bajo un gran árbol en algún lugar de Australia el miércoles pasado, el día del 53 cumpleaños del fundador de WikiLeaks, con el mensaje «Free!» («¡Libre!»).
La familia Assange ha cumplido con sus deseos de intimidad y Julian Assange no ha realizado ninguna declaración ni ha publicado nada en su cuenta de X, done su último mensaje es de marzo de 2013.
El fundador de WikiLeaks fue liberado de la prisión de alta seguridad en Londres el pasado 24 de junio tras llegar a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, por el que el activista se declaró al día siguiente culpable de espionaje en las Islas Marianas del Norte, un territorio de EE.UU. en el océano Pacífico.
El 26 de junio llegó a Camberra en un vuelo privado tras pasar los últimos cinco años en una prisión de máxima seguridad en el Reino Unido y los siete anteriores refugiado en la Embajada de Ecuador de Londres.
WikiLeaks anunció esa noche una conferencia de prensa en un hotel, pero Julian Assange no compareció.
Su mujer explicó que Assange se sentía agradecido por todo el apoyo recibido estos años, pero pidió tiempo para adaptarse a su nueva vida.
«(Él) quería estar aquí. Pero tienen que entender por lo que ha pasado. Necesita tiempo. Necesita recuperarse. Y esto es un proceso. Les pido, por favor, que nos den espacio, privacidad para encontrar nuestro sitio, dejar que nuestra familia sea una familia antes de que él hable otra vez cuando lo elija», dijo su esposa con la voz emocionada.
Una campaña para pagar el avión privado fletado por las autoridades australianas para trasportar al activista ha recaudado ya el 93 por ciento de las 520.000 libras esterlinas (641.800 dólares o 593.000 euros) que costó el vuelo.
La figura de Assange sigue despertando divisiones, también entre la clase política australiana, con el Gobierno laborista mediando por su regreso y la oposición conservadora urgiendo a no darle categoría de «héroe».
WikiLeaks se hizo mundialmente famoso en 2010 tras filtrar miles de documentos secretos o de contenido sensible que revelaron los secretos en Estados Unidos de las guerras de Irak y Afganistán, así como sobre la base de Guantánamo.
Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso de abusos hoy archivado, Assange estaba en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, donde se enfrentaba a una pena máxima de 175 años de prisión.
El fundador de WikiLeaks regresó a su Australia natal tras acordar su libertad con la justicia estadounidense, pacto que implicaba su admisión de culpabilidad de violar la ley de espionaje de EE.UU., aunque sus abogados y familia han pedido el perdón presidencial.
Los abogados de Assange afirman que su cliente no debería haber sido condenado por espionaje, al considerar que su trabajo se limitó a publicar unas informaciones ofrecidas por un informante como haría cualquier periodista o informador.
La jueza de la vista en Marianas del Norte reconoció que las filtraciones de Assange no causaron ninguna víctima, aunque las autoridades de Estados Unidos indicaron que pusieron en riesgo a personal estadounidense. EFE
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