Ecuador invertirá USD 52 millones en la construcción de la megacárcel de Santa Elena. Se trata del primero de los dos centros de máxima seguridad que el presidente Daniel Noboa ofreció edificar y que se harán a semejanza del modelo Bukele, en El Salvador.
Sus obras comenzarán en el transcurso de junio, según lo anunció el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), Luis Zaldumbide, durante una entrevista a un medio televisivo nacional. Allí detalló que el proceso de construcción tomará unos 300 días, por lo que su inauguración está prevista para 2025.
La segunda cárcel se había propuesto construir en la amazónica provincia de Pastaza, pero hasta el momento este proyecto estaría suspendido, según indicó recientemente el gobernador Rolando Ramos.
“Por el momento el tema de la cárcel está suspendido. Se ha decidido iniciar la cárcel en Santa Elena. Es un tema (el de la prisión en Pastaza) que requiere aproximadamente USD 60 o 70 millones”, comentó Ramos.
Agregó que en Pastaza todavía no se determina la fecha en la que se va a construir el centro de reclusión, pero aseguró que el proyecto “es un hecho” porque los recursos para su construcción ya han sido asignados al SNAI.
Todo esto se conoció en medio del anuncio de un plan estatal para eliminar los subsidios a las gasolinas Extra y Ecopaís, a poco más de un mes de que el Gobierno elevara tres puntos al IVA, pasando del 12 % al 15 % y concretara un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir un préstamo de USD 4 000 millones.
¿A qué responde el monto?
Información expuesta por el Gobierno detalla que estas dos nuevas cárceles tendrán capacidad para 736 presos, lejos de los 40 000 reos que el Gobierno del presidente Nayib Bukele afirma que puede albergar su prisión estrella, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Esta costó USD 70 millones y, actualmente, alberga miles de pandilleros.
Ambos recintos contarán con inhibición de señal celular y satelital, sistemas electrónicos con tecnología de punta, control de acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica, aspectos inéditos en las actuales prisiones ecuatorianas.
En esas dos cárceles, Noboa pretende recluir a los líderes de las bandas criminales para así recuperar el control del resto de cárceles, muchas de ellas dominadas internamente por estos grupos delincuenciales.
Entre 2021 y 2023, murieron asesinados en las cárceles más de 500 presos, muchos de ellos en una serie de masacres carcelarias por disputas entre bandas rivales.
Actualmente, las Fuerzas Armadas controlan los centros de privación de libertad tras la declaratoria de un estado de excepción por parte de Noboa para combatir al crimen organizado.
Las operaciones de los grupos que hoy se consideran como terroristas han llevado a que Ecuador figure entre los países más violentos de Latinoamérica.
Texto original de Ecuavisa
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