Un total de 54 especies, 21 géneros, once familias y siete órdenes forman parte de la colección de líquenes de páramo del repositorio micológico del Herbario Nacional del Ecuador (QCNE), del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), una muestra de la riqueza del país andino.
Así lo revela un estudio desarrollado por las investigadoras Justine Villalba-Alemán, de la Fundación Charles Darwin, y Rosa del Carmen Batallas-Molina, del Inabio, difundido este domingo, cuando en Ecuador se celebra el Día Nacional de los Páramos.
Los géneros con mayor representación en número de especies son Usnea (17 especies) y Cladonia (16 especies).
El primero aprovecha los hábitats fríos-húmedos y las rutas de migración que provee la cordillera; su alta diversidad se debe, en parte, a que prefieren lugares poco intervenidos y, también, a su plasticidad fenotípica y adaptaciones a condiciones extremas.
En cuanto al análisis por provincia, las investigadoras señalan que Carchi (al norte del país, fronteriza con Colombia) y Azuay (al sur), registran la mayor riqueza, con 26 y 25 especies, respectivamente (88 % del total), con sólo tres especies en común.
Por el contrario, Chimborazo es la provincia menos representada, con una sola especie.
El área de estudio comprende especies de siete provincias con páramos del territorio ecuatoriano.
Las formaciones vegetales incluyen: rosetal y herbazal del páramo (frailejones), bosque siempreverde montano del páramo y bosque siempreverde montano alto del norte de las cordilleras Occidental y Oriental de los Andes.
Éstos están ubicados entre 3.400 a 3.900 metros de altitud al norte y centro del país, mientras que, en los páramos del sur, desde Loja hasta el valle de Girón-Paute en Azuay, a partir de los 2.800 metros de altitud.
La investigación incorpora la información sistematizada y actualizada de la base de datos de líquenes del Inabio, con el registro histórico de 1992 a 2014.
Los líquenes conforman un grupo diverso, constituyen una asociación simbiótica hongo-alga, y presentan caracteres excepcionales para enfrentar los factores ambientales, que les han permitido adaptarse a las condiciones extremas del páramo en la cordillera de los Andes, entre los 3.000 y 4.500 metros de altura.
En Ecuador, el páramo cubre alrededor del 6 % del territorio, siendo el país con mayor área de este ecosistema con respecto a su superficie total.
«Sin embargo, las comunidades de líquenes son poco estudiadas. En este contexto, los repositorios científicos son clave para analizar la diversidad, ya que conservan especímenes históricos que son materiales de referencia para investigación», indicó el Inabio en un comunicado.
El Herbario Nacional del Ecuador (QCNE) es el principal repositorio botánico del país y contiene 266.000 especímenes, entre plantas vasculares, no vasculares, hongos y líquenes.
Desde 2014, el Inabio, instituto público de investigación, es custodio de más de 6.200 especímenes de hongos, incluidos 1.800 líquenes.
Actualmente, en el repositorio constan 3.021 especímenes de líquenes, que corresponden a 255 especies de líquenes de páramos, bosques montanos, bosque amazónico, matorrales andinos, entre otros ecosistemas. (EFE)
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