El gobierno de Brasil prometió unos 10.000 millones de dólares para reconstruir Rio Grande do Sul, donde se intensificaba este jueves la entrega de ayuda humanitaria para socorrer a la población sin vivienda, electricidad ni agua tras las históricas inundaciones.
Al menos 107 personas fallecieron, 374 resultaron heridas y 136 están desaparecidas más de una semana después de que los ríos se desbordaran por las lluvias torrenciales en el estado de Rio Grande do Sul (sur), según Defensa Civil.
Casi un millón y medio de personas resultaron afectadas, más de 164.000 fueron evacuadas y más de 60.000 viviendas quedaron dañadas por la catástrofe natural, que expertos y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático.
Las inundaciones arrasaron también con la economía de ese estado agropecuario, y el gobernador Eduardo Leite habló el fin de semana de la necesidad de “un plan Marshall” de reconstrucción.
Créditos para trabajadores y empresas
Ante la magnitud de los desastres, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reunió el jueves a sus ministros en Brasilia para discutir políticas públicas y anunciar unos 10.000 millones de dólares para las labores de reconstrucción.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, prometió una “inyección de recursos del orden de 50.000 millones de reales”. El paquete de medidas contempla principalmente la entrega de créditos para ayudar a trabajadores, empresas y municipios afectados.
“Vamos a tener que prepararnos porque veremos el tamaño de los problemas cuando el agua baje y los ríos vuelvan a la normalidad”, dijo Lula.
“Mucha gente perdió mucho y tenemos que tener eso en cuenta”, añadió.
Más temprano, Leite había estimado el monto de la recuperación en 19.000 millones de reales (3.700 millones de dólares), según dijo en X.
Caballo “Caramelo” a salvo
En Rio Grande do Sul, los equipos de rescate seguían buscando a personas atrapadas en sus viviendas o renuentes a salir de ellas por temor a saqueos.
Incluso se movilizaron para salvar a un caballo que había quedado aislado sobre un tejado en Canoas, en imágenes que dieron la vuelta al país.
Un grupo de rescatistas logró acostar al animal llamado por su color “Caramelo” en un bote inflable, según imágenes transmitidas en vivo en televisión.
“¡Gracias a Dios el caballo Caramelo está a salvo!”, dijo en un video en redes sociales la primera dama Janja.
Mientras, se intensifica la distribución de agua y alimentos a quienes perdieron todo.
“El foco todavía son los rescates (…) pero estamos trabajando muy intensamente en la entrega de ayuda humanitaria”, dijo Sabrina Ribas, portavoz de Defensa Civil.
Las autoridades temen que la logística para repartir la ayuda quede dificultada “en alguna medida” en los próximos días, añadió, ante las alertas de “aguaceros” que se esperan del viernes al domingo en la región de Porto Alegre.
“Ayudar es una cuestión humana”
En un complejo deportivo del centro de Porto Alegre, un refugio acoge a 450 personas desplazadas por las inundaciones, además de 40 perros y una pequeña cerdita.
“La solidaridad es impresionante”, relata emocionada a la AFP Resplande de Sa, de 57 años, directora de la escuela “Mané Garrincha” ubicada en el recinto y devenida en centro de recepción de donaciones.
Mientras, voluntarios clasifican edredones, ropa de abrigo, pañales para bebé y otros enseres.
“Yo no perdí nada pero no me sentía bien quedándome en casa. Ayudar es una cuestión humana”, reflexiona Tauane Bassoler, de 26 años, mientras dobla ropa.
Al llegar al gimnasio que oficia de refugio, la imagen refleja la dimensión del drama: cientos de personas en colchones en el piso reciben cobijo. Decenas de niños juegan con una alegría que contrasta con la tragedia que enluta a Rio Grande do Sul.
Aquí el objetivo es bien claro: “Recibirlos con cariño y dignidad”, resume a la AFP Vinicius Kaster, subsecretario de Deportes de la ciudad y director del refugio.
La catástrofe alcanzó también las cárceles del estado, que pidieron asistencia federal tras quedarse sin suministro de agua, informó la ONG Red Justicia Criminal.
Musk, Suárez y el papa
Los gestos de solidaridad se repiten desde el exterior.
El papa Francisco envió 100.000 euros, según el sitio Vatican News.
El magnate Elon Musk, anunció en X que su empresa Starlink donará un millar de terminales de internet para los equipos de emergencia de Rio Grande do Sul. “Espero lo mejor para el pueblo de Brasil”, dijo el multimillonario, recientemente envuelto en diatribas judiciales y políticas en ese país.
Y el futbolista uruguayo Luis Suárez, homenajeado con el título de ciudadano de Porto Alegre por su exitoso paso por el Gremio el año pasado, envió un “gran abrazo” a los pobladores del estado y dijo estar intentando “ayudar a distancia” en medio de la tragedia, según un video en Instagram.
(Con información de AFP)
Texto original de Infobae
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