El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una escalada represiva contra Humberto Ortega y su entorno, tras la entrevista exclusiva que el general en retiro y hermano del dictador nicaragüense, diera a Infobae este domingo.
La noche de este martes fue expulsada de Nicaragua la estadounidense Judy Butler, de 84 años, quien ocasionalmente hacía trabajos de traducción al ex jefe del Ejército, informaron medios locales. Antes, la Policía allanó su casa y decomisó sus herramientas tecnológicas, en represalia a la relación de amistad que mantenía con el hermano de Daniel Ortega.
La represalia contra Butler aparentemente se originó porque tradujo del español al inglés hace unos días el artículo titulado ‘¿Qué hacer?’, que Humberto Ortega publicó en el nicaragüense diario La Prensa.
Butler, quien según sus cercanos se encuentra prácticamente ciega y se auxiliaba de tecnología para hacer sus traducciones, llegó a Nicaragua en los años 80 como parte de la marejada de simpatizantes de la revolución sandinista de todas partes del mundo que recalaron en Nicaragua.
La estadounidense estaba a cargo de las traducciones al inglés de la revista Envío que se editaba en la confiscada Universidad Centroamericana (UCA), y es miembro de Congreso Norteamericano sobre América Latina (Nacla), una organización de académicos sociales
“Por la amistad que tenía con ella, el general (Ortega) le pidió que le tradujera su último artículo y seguramente en los teléfonos decomisados encontraron las llamadas que él le hizo y la castigaron por ello”, consideró una fuente cercana a Humberto Ortega.
El asedio policial contra el general en retiro se produjo pocas horas después que se publicara la entrevista en Infobae, donde Ortega afirma que no hay posibilidades de sucesión en el grupo de poder si su hermano, Daniel Ortega, muere.
A eso de la nueve de la noche de ese mismo domingo, un operativo policial cercó la residencia del ex jefe del Ejército y le fueron decomisados sus teléfonos y computadoras, según logró comunicar el propio Ortega antes de quedar aislado.
También fue citado para el lunes siguiente a rendir declaraciones en las oficinas centrales de la Policía, en Plaza El Sol, Managua, pero la entrevista no se realizó por aparentes complicaciones en la salud del hermano del dictador.
Ester martes, la Policía de Nicaragua afirmó en un curioso comunicado “que un equipo médico integrado por especialistas del Ministerio de Salud y médicos particulares de cabecera, ha visitado y valorado hoy la condición de salud del general en Retiro Humberto Ortega Saavedra, en su casa de habitación”.
Lo insólito es que, supuestamente, Ortega no está detenido ni incomunicado en su domicilio. No está claro por qué la Policía debería informar sobre su salud.
Humberto Ortega también denunció en la entrevista a Infobae que ha conocido de intenciones de asesinarlo por parte de miembros del grupo del poder por las posiciones críticas al régimen que ha mantenido, aunque dijo no creer que esas acciones se realicen por órdenes de su hermano.
“Me he expuesto ante gente radical que quisiera matarme. Yo jamás les he mostrado miedo, y jamás he dicho me voy de Nicaragua. Jamás he dicho que me voy a exiliar. Y si me quieren hacer eso, no lo voy a tolerar y voy a preferir morir defendiendo esos principios que darles el chance de que me humillen”, expresó en la entrevista.
Texto original de Infobae
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