El presidente ruso, Vladímir Putin, sugirió que Ucrania está detrás del atentado terrorista y que fue inmediatamente reivindicado por el Estado Islámico.
“Y los nazis, como es bien sabido, nunca han tenido reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos”, dijo durante reunión sobre las medidas a tomar tras el atentado y que fue transmitida en directo por la televisión.
Putin recordó que justa ahora es cuando ha fracasado “completamente” la contraofensiva ucraniana, por lo que Ucrania necesita ganar puntos ante sus patrocinadores occidentales.
Al tiempo que llamó a contestar a muchas preguntas, él mismo respondió que el atentado contra el Crocus City Hall recuerda al leitmotiv habitual de Kiev.
El Kremlin se negó este lunes a comentar las acusaciones de tortura a los cuatro sospechosos detenidos por el ataque cometido el viernes a las afueras de Moscú, que ha dejado al menos 137 muertos: “Dejaré esa pregunta sin comentarios”, dijo el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov.
En su rueda de prensa telefónica diaria, Peskov respondió así a una pregunta sobre las señales de violencia que presentaban los presuntos terroristas, que ingresaron anoche en prisión preventiva por un período de dos meses.
En las imágenes desde el tribunal, adonde llevaron a los acusados, se puede ver a uno de los sospechosos en camilla y con un catéter, al otro sin una oreja y a los dos restantes con el rostro hinchado y lleno de moratones.
Según blogueros militares rusos, que difundieron imágenes de la tortura de uno de los acusados al que le cortaron una oreja, el autor de la mutilación es un simpatizante del grupo ultranacionalista ruso Rusich.
Los primeros en presentarse ante el juez fueron dos varones identificados como Saidakrami Rachabalizoda y Dalerdzhon Mirzoev.
Durante la vista, Mirzoev dijo que es ciudadano de Tayikistán y que tiene tres hijos menores.
El acusado, que reconoció plenamente su culpa, vivía en la región de Moscú con documentos de residencia caducados hace tres meses.
A la vez, el acusado no tenía antecedentes penales, señalan los medios rusos.
Rachabalizoda, de 30 años, también admitió su culpa. El acusado está casado, tiene un hijo y no cuenta con antecedentes penales.
Los otros dos sospechosos del ataque terrorista que fueron llevados este domingo al tribunal de Basmanni de Moscú tras su detención el sábado en la región rusa de Briansk son Fariduni Shamsudin y Muhammadsobir Faizov.
Faizov, de 19 años, vestía una bata blanca y estaba acompañado por dos médicos tras su traslado a la corte desde un hospital, donde ingresó tras resultar herido durante su detención.
Shamsudin dijo al juez que trabajaba en una fábrica en la región de Moscú y que tiene un hijo de ocho meses.
Mientras Faizov, que no está casado, declaró que antes trabajaba como peluquero en la ciudad de Ivánovo y actualmente estaba desempleado.
El Kremlin, además, aseguró este lunes que aún no hay una “hipótesis definida” sobre la autoría de atentado.
“La investigación continúa, de momento no se ha hecho pública ninguna hipótesis definida”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa.
Según los últimos datos, el atentado del viernes pasado, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, ha dejado 137 muertos.
Mientras, el número de heridos subió este domingo de 154 a 180 personas. De acuerdo con medios rusos, algunos supervivientes del atentado tardaron más de un día en solicitar ayuda médica porque se encontraban en estado de ‘shock’.
En total, las fuerzas de seguridad rusas han detenido a once personas vinculadas con el atentado, cuatro de las cuales participaron personalmente en la matanza, según las autoridades. EFE
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