Las procesiones de Semana Santa en Ecuador son el reflejo de fervor y tradición católica. Se realizan en diferentes ciudades del país y congregan anualmente a centenares de personas. Este 2024, algunas de las procesiones enfrentarán cambios significativos debido a la crisis de seguridad que atraviesa el país.
A lo largo de los años, la Semana Mayor ha congregado a fieles católicos y también turistas para ser parte de los eventos religiosos. Algunas procesiones se han convertido en una tradición como las que se realizan en Quito, Guayaquil, Riobamba y Santa Elena.
Todas tienen características singulares como los personajes que participan, el tiempo de duración o los días en los que se desarrollan. Aunque todas cumplen el mismo objetivo: que los fieles puedan demostrar su fe.
En algunos casos, como el de Quito, las personas caminan alrededor de dos horas, cargando cruces, con látigos o portando cadenas por el centro histórico. Esto con el fin de pedir perdón por sus pecados.
En Quito, la emblemática procesión de Jesús del Gran Poder, programada para el Viernes Santo, contará con la participación esperada de más de 100.000 personas. Los devotos, ataviados como cucuruchos o verónicas, recorrerán las calles del Centro Histórico cargando cruces y estandartes, en un acto lleno de simbolismo y fe arraigada desde 1961.
En Guayaquil, la procesión del Cristo del Consuelo, la más grande del país, reunirá a más de 500.000 creyentes. Sin embargo, debido a la crisis de seguridad, este año el recorrido se reducirá a dos horas y media, sin detenerse en las estaciones habituales, concluyendo con una breve bendición.
En Riobamba, la historia del Señor del Buen Suceso, que data de más de 200 años, será recordada en una procesión el Martes Santo. Los devotos, acompañados por los tradicionales cucuruchos, rendirán homenaje a esta figura que representa la humillación de Jesús por Poncio Pilato.
En Ballenita, la procesión del Baño de la Cruz se llevará a cabo como cada Martes Santo desde 1971. Los fieles, alrededor de 10.000, cargarán una cruz de cuatro metros de altura hasta el mar, simbolizando el perdón de los pecados y el agradecimiento por los alimentos que provee.
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