Como todos los años en Estados Unidos, el Super Bowl se llevó todas las miradas en la victoria de Kansas City Chiefs sobre San Francisco 49ers por 25-22. En la edición LVIII fueron los comandados por Patrick Mahones los que dominaron desde principio a fin y cosecharon el cuarto trofeo Vince Lombardi en la historia de una de las franquicias más importantes que tiene el fútbol americano. En las puertas de su sexto anillo quedó Brock Purdy, quien buscaba sacarse la espina de las finales perdidas en el pasado.
Las malas decisiones fue una tónica que acompañó a los dueños de la corona durante la primera parte y la confusión se trasladó a un costado del campo de juego cuando el cuadro vestido de rojo perdió la pelota a pocas yardas del ingoal rival. Travis Kelce, ala cerrada y pareja de Taylor Swift, no estaba en la formación en el momento del error y se lo recriminó de manera efusiva a Andy Reid: lo tomó del brazo izquierdo y le gritó en la cara al entrenador frente a todas las cámaras.
Fue San Francisco quien logró abrir el marcador a través de una patada y también pegó primero con una jugada que engañó de gran manera a la defensa de los Chiefs. Purdy inició la acción, cedió el balón hacia un lateral a Jauan Jennings y a continuación se ensayó un doble pase rumbo a Christian McCaffrey que aprovechó el caos y los bloqueos de sus compañeros para correr 27 yardas en soledad. Junto con la asistencia, los 49ers sacaron una ventaja de 10-0 antes del entretiempo.
Con la falta de efectividad en ofensiva, el papel del pateador Harrison Butker comenzó a crecer en Kansas City y dos patadas arrimaron el marcador a 10-6. Sin embargo, una en especial pasó a la historia de los Super Bowl al tratarse de la más lejana en la historia del evento que paraliza a Estados Unidos: fue una conversión de 57 yardas. Una ventaja que tuvo fue que el Allegiant Stadium, al ser cerrado, no tiene viento y es un factor menos a tener en cuenta a la hora de patear.
Sobre el cierre del tercer cuarto, un grave error que cambió completamente el rumbo del partido. Los Chiefs le devolvieron el balón a sus rivales tras caer en la cuarta oportunidad y Darrell Luter Jr. sin querer tocó el balón con su pie. Al tener contacto, los defensores del Kansas City se abalanzaron sobre la pelota para recuperar la posesión cerca del ingoal rival y lo lograron. En tan sola una jugada Patrick Mahomes sacó a relucir su talento para encontrar a Marquez Valdes-Scantling y anotar el touchdown que puso el resultado 13-10 a favor. Las cámaras no dudaron en enfocar a Taylor Swift que celebró la ventaja del cuadro de su novio con mucha alegría.
El golpe impactó de manera positiva en los 49ers que salieron decididos a volver a tomar la delantera y lo lograron con otra demostración de Purdy. Un firme pase las manos de Jauan Jennings y una posterior embestida, significó una nueva anotación que llevó el marcador a 16-13 con posterior patada fallida por parte de Jake Moody ya que su remate fue bloqueado por la defensa. Los Chiefs lograron volver a empatar para dejar abierto el cierre a la posesión de los vestidos de blanco.
Los de San Francisco avanzaron hasta la yarda 53 y desde ahí Jake Moody sacó un potente remate para poner el 19-16 con menos de dos minutos en el reloj pero Kansas City hizo su trabajo para volver a igualar el resultado y enviar el encuentro al tiempo extra. Pero nuevamente fue Patrick Mahomes el que tomó la iniciativa en la posesión y con un pase bala al pecho de Mecole Hardman anotó el touchdown que hizo delirar a todos los hinchas de los Chiefs con un nuevo título en su vitrina.
Texto original de Infobae
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