El régimen de Irán ordenó al Ejército que se movilice a la frontera y refuerce su presencia allí con más plataformas de misiles y destacamentos especializados en el control de vehículos aéreos no tripulados, aunque sostiene que no responde a ninguna amenaza relacionada con la guerra en Oriente.
El comandante de las fuerzas de tierra, el general de brigada Kiumars Heidari, declaró este sábado que “este despliegue no significa que estemos amenazados” sino que tiene por objetivo “reforzar el dominio iraní sobre la situación de Inteligencia, así como la preparación de las tropas y su conocimiento de la geografía fronteriza”. De momento, Irán mantiene 11 brigadas móviles y de combate en los límites del país y aguarda la incorporación de dos nuevos tipos de misiles aprobados por el Estado Mayor de las Fuerza Armadas.
A pesar de que Teherán intenta alejar estas maniobras del conflicto en Oriente Medio, lo cierto es que su rol en dicho conflicto es cada vez más importante. El régimen persa apoya y asiste a múltiples milicias terroristas que operan en la zona, como Hezbollah, la Yihad Islámica, los rebeldes hutíes de Yemen y la propia Hamas, que desde el 7 de octubre están envueltos de alguna forma en ofensivas contra Israel o la comunidad internacional.
Inclusive, esta semana la situación se agravó luego de que, tras reiteradas advertencias e intentos de disuasión, el Reino Unido y Estados Unidos encabezaron unas maniobras de ataque sobre Yemen, para neutralizar las amenazas de los rebeldes sobre barcos comerciales que navegan por el mar Rojo.
La iniciativa, que contó con el respaldo de Australia, Bahrein, Canadá, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Corea del Sur, fue “un mensaje claro de que Estados Unidos y nuestros socios no tolerarán ataques contra nuestro personal ni permitirán que actores hostiles pongan en peligro la libertad de navegación en una de las rutas más críticas del mundo”, indicó este jueves el presidente Joe Biden y advirtió que “no dudaré en ordenar medidas adicionales (…) según sea necesario”.
Este episodio, que incluyó 73 ataques aéreos, desencadenó un enojo aún mayor por los hutíes y un recrudecimiento de sus amenazas y bombardeos sobre las navieras.
“Los estadounidenses y los británicos no deben creer que escaparon al castigo de nuestras heroicas fuerzas armadas. Todos los intereses estadounidenses y británicos se han convertido en blancos legítimos de las fuerzas armadas yemeníes tras la agresión directa y declarada contra la República de Yemen”, dijo el Consejo Político Supremo de la milicia pro iraní.
Este viernes, el grupo rebelde lanzó por lo menos un misil balístico contra un buque comercial en las aguas bajo amenaza, por lo que Washington ordenó otra maniobra militar, aunque de menor alcance.
Según confirmó el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM por sus siglas en inglés), la ofensiva tuvo lugar durante la madrugada del sábado y estaba dirigida a un radar utilizado por los rebeldes.
Fue “una acción de seguimiento contra un objetivo militar específico” asociado con los ataques efectuados en días recientes, diseñada para degradar la capacidad de los hutíes para atacar buques, sumaron desde el CENTCOM.
No obstante, estas medidas se realizan independientemente de la actividad de la coalición militar conformada por más de 20 naciones, conocida como “Operation prosperity Guardian”, que se inició a finales de diciembre.
Con información de Infobae
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