Jorge Glas, exvicepresidente del correísmo, ingresó a la Embajada de México en Ecuador el pasado domingo 17 de diciembre de 2023. El gobierno de ese país le ha dado la categoría de huésped.
Su defensa ya trazó cuál es el plan: presentar una solicitud de asilo diplomático. Si llegaran a otorgarle, dependerá del gobierno de Daniel Noboa darle un salvoconducto para que pueda trasladarse desde la Embajada al aeropuerto y así dejar el país.
¿Jorge Glas podría beneficiarse de un asilo diplomático?
La respuesta más corta es no, dice el abogado internacionalista y profesor universitario Esteban Santos. Con él coincide también el Director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador, Arturo Moscoso.
El abogado de Glas, Eduardo Franco Loor, confirmó a CNN que “en las próximas horas” presentarán el asilo, con base en la Convención de Asilo Diplomático de Caracas, adoptada en 1954.
Santos explica que en ese documento está claro que no se puede conceder un asilo a personas que son procesadas por crímenes comunes.
Jorge Glas tiene varios procesos judiciales en su contra. Algunos que todavía están en etapa de investigación, como el de la reconstrucción de Manabí y otros por los que ya fue sentenciado, como el caso Sobornos.
El primer proceso penal en el que Glas fue vinculado es el caso Odebrecht, un entramado de corrupción, en el que se le acusaba de solicitar dinero para la adjudicación de obras.
Luego vino Sobornos 2012-2016. La trama de corrupción que consistía en desviar los aportes que empresas privadas y personas naturales entregaban al movimiento político Alianza País. En este caso no solo fue vinculado Glas, sino también el expresidente Correa.
En el caso Singue supuestamente se estableció un perjuicio millonario para el Estado, en la adjudicación de un contrato del pozo petrolero. Glas recibió una sentencia de ocho años de prisión, pero luego fue declarada nula por la Corte Nacional de Justicia.
Pese a esas sentencias, Glas está en libertad porque el juez de Santo Domingo, Emerson Curipallo, otorgó una medida cautelar y giró una boleta de excarcelación, argumentando el delicado estado de salud del exvicepresidente.
En la reconstrucción de Manabí se investiga el manejo irregular de fondos para las zonas afectadas por el terremoto de 2016.
Ese caso lo trata el juez Luis Rivera, que ahora aparece en la investigación por el caso Metástasis, sobre una supuesta red criminal de venta de decisiones judiciales.
Rivera decidió consultar a la Asamblea para enjuiciar a Glas, a pesar de que eso solo aplica cuando se trata de un Presidente o Vicepresidente en funciones.
El internacionalista Santos explica que sería “bochornoso” que el Gobierno de México intente ignorar los cargos en contra del exvicepresidente, que no tienen que ver con un tema político.
Sin embargo, no le sorprende que el presidente de ese país, Manuel López Obrador, prefiera privilegiar a sus coidearios, por encima de lo que establecen los acuerdos internacionales.
Si México no le otorga el asilo, Glas continuaría en condición de huésped
El gobierno mexicano aclaró que Glas está en condición de huésped en su embajada.
Santos explica que no existe legalmente esa figura y que solo es una manera de resguardarle dentro de su espacio físico, sin que pueda actuar la fuerza pública.
Pero ya pasó en el caso de María de los Ángeles Duarte, exministra de Rafael Correa, que se permitió que permanezca en un recinto de la Embajada de Argentina, para evadir a la justicia, de manera indefinida.
Si México le otorga asilo político, necesita un salvoconducto para salir de la embajada
Jorge Glas no tiene una orden de detención en su contra, pero la Fiscalía pidió que se le ubique y se le lleve hacia la Fiscalía de Fuero de Corte Nacional para “diligencias investigativas”, por el caso de Reconstrucción de Manabí.
Si Glas sale de la embajada sería llevado para ese proceso, sin embargo, el exvicepresidente teme por su seguridad y libertad, según indicaron las autoridades mexicanas; por lo que necesitaría un salvoconducto, otorgado por el gobierno ecuatoriano, que le permita salir de esas instalaciones sin ser detenido.
“La Cancillería tiene un rol protagónico, no puede emitir bajo ninguna circunstancia salvoconducto alguno”, explica el internacionalista Santos.
Arturo Moscoso explica que el gobierno de Daniel Noboa se enfrentará a una encrucijada en ese momento. Por un lado, tiene el acuerdo Legislativo con el correísmo y el oficialismo; y, por otro, está el interés del Presidente de reelegirse el próximo periodo, para lo que necesitará consolidar una votación similar a la de 2023.
Por otro lado, también está latente la posibilidad de que se fracturen las relaciones entre México y Ecuador. Moscoso cree que eso no es muy probable porque prevalecen los intereses políticos y económicos de ambas naciones; pero Santos cree que sí es posible, tomando en cuenta que ya ocurrió con Argentina, en el caso de Duarte.
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