Para Doreen Ríos, curadora mexicana de la segunda edición de la BUAM (Bienal Universitaria de Arte Multimedial), “estas obras vienen desde diferentes trincheras, tenemos piezas que van desde el performance, la pintura, el video, la realidad virtual, proyectos de meta art (…) en el proceso de curaduría encontramos que había algo que nos parecía muy pertinente incluir, y tenía que ver con hablar de las políticas de pantalla, no solo desde la perspectiva de quienes están produciendo desde y hacia las pantallas, sino de incluir a un público mucho más amplio”.
Para esta edición la organización de la BUAM, una iniciativa de la USFQ con el apoyo del Centro de Arte Contemporáneo de Quito, Galería Parterre de la PUCE, Arte Actual FLACSO y Q Galería, procuran hacer una apuesta para poner sobre la retina del espectador temas como la vigilancia, recopilación de datos, manipulación de información o la reducción de personas a datos, “y también otros intercambios y posibilidades que existen entre la distancia y el cuerpo a través del arte para preguntarse cómo se puede reflexionar esto desde una práctica que involucra pensar a las pantallas”, dice Doreen Ríos.
La BUAM arrancó el 27 de octubre de 2023 y la exhibición estará abierta hasta el 10 de enero de 2024 en las salas del Centro de Arte Contemporáneo de Quito y Q Galería en el campus de la USFQ. También habrá una exhibición de las obras ganadoras de la primera edición en Parterre Galería. Y en el Project Room de Arte Actual Flacso se realizarán talleres gratuitos como parte de la programación educativa durante el mes de diciembre.
Para los creadores de la bienal es importante poder detonar y promover espacios de conversación e intercambio en torno a la producción de conocimiento que tiene lugar en el arte, constituyendo un espacio de confluencia y debate sobre las problemáticas contemporáneas.
“Espacios líquidos: Políticas de la pantalla” es el tema central de la segunda edición de la bienal. “Para nosotros es importante que nuestros alumnos ubiquen al arte como una pieza central, no solo saber sobre la crítica del arte, sino hacer arte, la ejecución, y eso es un aspecto que nos marca como una universidad de artes liberales”, mencionó Diego Quiroga, rector de la USFQ, en el evento inaugural de la bienal la noche del 27 de octubre en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito antes más de 400 asistentes que visitaron el primer día de la exposición.
La obra “What if dying offline is unavailable?” de Martina Andrade, graduada de la USFQ, fue una de las ganadoras de los tres premios que la BUAM entregó este año. “Quería que esto sea una experiencia que se mueva en un espacio que vaya de acuerdo a lo que yo consideraba con relación a la muerte y un poco el concepto del budismo como parte de la obra”, nos cuenta Martina.
Para ella la temática de la pieza está basada en varias enseñanzas budistas por un lado, y explica que “por otro lado me interesa muchísimo el tatuaje tradicional japonés y americano, y también poner de manifiesto esta meditación que puedes vivir a través del tatuaje como una práctica para la muerte”.
Cómo son o cómo se entienden estas políticas de la pantalla a partir de la producción de obra artística que viene desde diferentes medios, “y darle énfasis, por un lado, a las posibilidades de acercamiento y a las posibilidades de expandir el cuerpo, de llevar el cuerpo a otros espacios geográficos, otros intercambios y otras sensibilidades”, fue uno de los incentivos más importantes al momento de trabajar en el proceso de selección de las 23 obras que forman parte de esta Bienal, nos cuenta Doreen Ríos, quien viene investigando esta temática hace varios años.
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