Cuando la Fiscalía hizo los primeros ocho allanamientos por la trama de corrupción en el sector eléctrico, el 20 de enero de 2023, bautizó el caso como Encuentro. En esos días, la administración de Guillermo Lasso usaba como eslogan “El Gobierno del Encuentro”.
La relación entre nombres se debe que las sospechas apuntaban a funcionarios de Lasso, como Hernán Luque, expresidente de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO); y a personajes cercanos al Presidente, como Danilo Carrera.
Por esta razón, el mismo día que la Fiscalía empezó a usar esa denominación, la comunicación oficial dejó de usar ese eslogan y lo cambió simplemente por Gobierno Nacional, mismo que se mantiene hasta este momento.
“Me parece un desatino. No quiero calificar a ninguna persona, a ninguna institución. Pero es un desatino que revela la intencionalidad política de causarle daño a mi Gobierno”, dijo Lasso dos días después de esos allanamientos sobre el nombre del caso.
10 meses después de esas diligencias, la Fiscalía anunció que formulará cargos por delincuencia organizada contra siete personas por el caso Encuentro. Entre los investigados están, justamente, Luque y Carrera.
El ‘Encuentro’ de la corrupción
Pese a que el nombre del caso de corrupción y el anterior eslogan del Gobierno es el mismo, la Fiscalía asegura que eso no es más que una coincidencia. Una fuente en Fiscalía reveló a PRIMICIAS que el nombre Caso Encuentro tiene otra intencionalidad.
Según los primeros indicios recabados en la investigación previa que se abrió en enero de 2023, el nombre se eligió porque esta trama de corrupción sería el punto de encuentro de los tres últimos gobiernos de Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso.
Aunque la Fiscalía todavía no ha develado los detalles de la teoría del caso que presentará en la audiencia de formulación de cargos, se conoce que la presunta delincuencia organizada se configuró en el sector eléctrico ecuatoriano.
Una supuesta estructura criminal habría operado en la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y en la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), empresas que se encargan de la distribución y generación de energía eléctrica, respectivamente.
Presuntamente, esta estructura habría operado en los gobiernos de Correa, Moreno y Lasso para direccionar contratos a empresas de sus operadores. Además, en medio de estas negociaciones se habrían repartido sobornos y ganancias ilícitas.
Leonardo Cortázar, en el centro de la trama
El ahora denominado caso Encuentro se originó en una serie de filtraciones y publicaciones de audios por parte del medio digital La Posta.
Uno de los primeros audios difundidos fue atribuido a Leonardo Cortázar, un empresario y político guayaquileño.
Si bien hasta ese momento Cortázar había mantenido un perfil bajo, ya había tenido nexos con varias organizaciones políticas ligadas a la familia Bucaram, al expresidente Moreno y al correísmo.
Incluso, creo una organización llamada ADN. El mismo nombre que el grupo que ahora lidera el presidente electo Daniel Noboa y busca inscribir en el CNE.
“Yo estaba en el de Moreno y el de Rafael Correa, me quedo (en el Gobierno de Lasso) porque el man no confía en la gente del man”, decía Cortázar en una conversación que fue filtrada. Así, Cortázar relataba cómo había sido su paso por las eléctricas.
Habría empezado con un papel menor en el correísmo, para afianzarse en el gobierno de Moreno. En esta época llegó a ser uno de los máximos dirigentes de Libertad es Pueblo, organización de Gary Moreno, familiar del expresidente.
En 2021, a puertas del cambio de Gobierno, Cortázar se alineó a la propuesta correísta. Con su movimiento ADN apoyó al binomio de Andrés Arauz y Carlos Rabascall. Se lo vio en varios eventos de campaña. Incluso, Rabascall agradeció públicamente a su organización.
En su momento, Arauz respondió que ADN era una organización de profesionales guayaquileños que apoyaron su candidatura, pero no que no aportaron a la misma. Además, calificó a Cortázar como un desconocido.
Esa no fue la única conexión con el correísmo. En otro de los extractos del audio filtrado, Cortázar ubicó a Ronnie Aleaga, exlegislador correísta, como su operador.
Pese al apoyo al polo opuesto, tras la victoria electoral de Lasso, Cortázar habría mantenido su influencia en el sector eléctrico.
Según se reveló en los audios filtrados, su puerta de ingreso habría sido César Monge, quien fue la mano derecha de Lasso, pero falleció en los primeros meses de su Gobierno.
“Monge entra a CNEL. Me ve ahí. Me dice, gordo, quédate. El man quería que me quede sentado ahí como de encargo, como asesor del gerente”, relató Cortázar. Ese gerente habría sido Antonio Icaza, otro de quienes serán procesados en el caso Encuentro.
Con información de Primicias
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