Ha pasado un año desde que se cometió uno de los femicidios más mediáticos de Ecuador. Ocurrió el 11 de septiembre de 2022, cuando la Escuela Superior de Policía, en Quito, fue el espacio donde María Belén Bernal, abogada quiteña de 34 años, ingresó, pero nunca salió. Tiempo después se supo que fue ahí donde fue asesinada.
En medio de las investigaciones y labores de búsqueda, el esposo de Bernal, Germán Cáceres, se dio a la fuga. El entonces teniente de la Policía Nacional fue quien denunció la supuesta desaparición de Bernal, en medio de contradictorias declaraciones. La Fiscalía y la Policía Nacional se lanzaron la responsabilidad sobre qué institución debía evitar que Cáceres escape.
El seguimiento del caso estaba latente en el país. Así, el 21 de septiembre de 2022 se halló el cadáver de Bernal y tres meses después se descubrió que el principal sospechoso, Cáceres, trabajaba como bartender en una localidad rural de Colombia.
La justicia resolvió que Cáceres mató a Bernal aplicando una llave de artes marciales que la asfixió.
La sentencia para el expolicía fue de 34 años de cárcel, por femicidio. Sin embargo, Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, rechaza que pese al tipo de delito, su exyerno cumpla condena en la cárcel 4 de Quito.
Otavalo señala que dicho centro penitenciario es de mínima seguridad, pero que desde el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), se ha tomado la decisión de que Cáceres cumpla su pena “en ese hotel cinco estrellas”.
Durante el juicio (mayo de 2023), la defensa de Cáceres señaló que la cárcel 4, ubicada en El Condado, en el norte de la capital, está diseñada para personas vinculadas a la política y policías.
De hecho, se conoce que durante la audiencia de juicio, Cáceres dijo temer por su vida si lo trasladaban a cárceles a donde van los condenados por femicidios: Cotopaxi, Azuay, Guayas.
Para Otavalo existe “un encubrimiento y protección desde el SNAI a Cáceres” y considera que no solo como familia sino “como sociedad debería indignarnos estos tratos privilegiados”.
La madre de Bernal señala que incluso el Ministerio de la Mujer ha pedido explicaciones al SNAI sobre la decisión de dónde cumple condena Cáceres, y la institución contestó – el 7 de julio de 2023– que era “por motivos de seguridad”.
En enero de 2023, cuando Cáceres fue extraditado desde Colombia, fue llevado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayas. Pero en abril, tras un amotinamiento – donde incluso se especuló que lo habían asesinado– fue trasladado a Quito.
Otalavo dice que exhortarán al Gobierno Nacional, para que cada 11 de septiembre se nombre como un día para recordar a las víctimas de femicidio.
Además, al cumplirse un año del trágico hecho, este 11 de septiembre de 2023, se realizará una ‘marcha de luz’, donde se recordará el legado que dejó Bernal. “Un espacio para exigir que no nos sigan matando”, agrega su madre.
Con información de La Hora
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