35 años son solo el comienzo

sábado, septiembre 9, 2023

La semilla de la USFQ germinó en la mente de su visionario fundador en 1972. La idea de establecer la primera universidad privada y autofinanciada en Ecuador no fue tarea fácil, pero el coraje y la pasión de Santiago allanaron el camino

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En el corazón de Quito, Ecuador, en una casita en la avenida 12 de Octubre, nació un sueño audaz que cambiaría para siempre el panorama educativo del país. La Universidad San Francisco de Quito (USFQ), fundada en 1988 por Santiago Gangotena, marcó el inicio de una revolución en la educación superior, creando un modelo de enseñanza innovador que ha dejado huella en el país y en el mundo.

El 1 de septiembre de 1988 la USFQ abrió sus puertas con tan solo 126 estudiantes, 12 profesores y 25 dólares en el banco. La pequeña casita en la avenida 12 de Octubre se convirtió en el epicentro de una revolución educativa que marcaría el rumbo del país.

La USFQ se destacó rápidamente por su enfoque en las Artes Liberales, un paradigma educativo que fomenta el amor por el conocimiento en todas sus formas. La interacción multidisciplinaria entre ciencia, arte, humanidades y tecnología se convirtió en el sello distintivo de la universidad.

La comunidad académica de la USFQ no solo adquiría conocimientos, sino que también se sumergía en un viaje de descubrimiento personal y transformación global.

El compromiso con la excelencia y la innovación catapultó a la USFQ al escenario internacional. Desde 1989, la universidad abrió su Programa de Intercambio Internacional, ganándose el reconocimiento de universidades en Estados Unidos.

En 1991, el campus se trasladó a Monteserrín, acogiendo a más de 800 estudiantes. Cuatro años después, en 1995, luego de varios obstáculos, la universidad recibió el reconocimiento oficial del Estado ecuatoriano, para ese año ya se había inaugurado el nuevo campus en Cumbayá.

El campus de la USFQ se convirtió en un punto de encuentro de mentes brillantes. La visita de Premios Nobel, jefes de Estado y líderes mundiales posicionó a la universidad como un faro de educación superior en Ecuador. La USFQ fue pionera en contribuir a descubrimientos científicos que trascendieron las fronteras.

Desde el descubrimiento del quark top, la última partícula de la materia, en 1995 hasta la participación en el hallazgo del bosón de Higgs, “la partícula de Dios” que explica de qué está hecho el universo, en 2012, la USFQ demostró que el amor por el conocimiento puede traspasar los límites de lo establecido.

Ahora, celebramos nuestros primeros 35 años, la Universidad San Francisco de Quito mira hacia el futuro con la misma audacia que la llevó desde una pequeña casita hasta ser una institución de renombre mundial. Nuestro legado no se mide solo en años, sino en las mentes brillantes que han pasado por nuestras aulas y que ahora están cambiando el mundo.

Treinta y cinco años son solo el comienzo, la USFQ continúa forjando seres humanos libres, creativos y visionarios.